La vida de Horacio

Día 358

Diario de Marco

Todos los padres de los niños X se reunieron junto con nosotros. Nadenka interpretó "Sándor Petófi" de Liszt en el piano de cola. María conversó por horas con Nahomi , madre de Toshiro. Y todos estaban celebrando que la misión estaba cerca de cumplirse. Pero en el fondo, podía sentir que había mucho nerviosismo y ansiedad en el ambiente. Cuando llegó el momento del brindis, Teseo levantó la copa, pero se quedó sin palabras, como fuera de sí.

—¡Está buscando la frase de un libro! De los miles de libros que ha leído y tiene registrados en su mente... un poco de paciencia —dijo Cronos.

—¡Por los niños X! —dijo Teseo—. Porque es así como en los corazones más humildes viene a inscribirse la historia de los reyes. ¡Salud!

—¿Dé quién es la frase? —preguntó Cronos.

—Gaston Bachelard —respondió.

—Oh —dijo Cronos, haciendo una mueca y sirviéndose más champaña.

En verdad, con el aspecto de ancianos que tenemos los niños X, me daba la impresión de estar en una fiesta de navidad dentro de un asilo. El millonario trajo a sus cinco hijos que corrían por todos lados y ayudaban a dar la imagen de una gran familia reunida. En verdad me hubiera gustado tomar más vino, como lo hacía la doctora Ruth, pero mañana viajamos a Hungría temprano y el alcohol podía afectar mi sueño lúcido en el avión, que bien podría ser el más importante sueño lúcido de todos.

Cronos hizo competencia de pulso con Sérgei, el papá de Nadenka, quien fue competidor profesional, algo que no parecía extraño dado su porte. El que perdía dos veces se retiraba. Ganó Cronos, pero Sérgei se acercó a mi poco después y me dijo "tenía que dejarlo ganar, un niño X no puede ir con la moral baja al día de la Gran Contraseña".

También estuvo Anatoli, el esposo de Milena, que parecía tener mucha curiosidad por hablar con nosotros. Pero sobre todo conmigo, por el tema de "mi sacrificio". Algo de lo que no prefería hablar, al comienzo. Estuve largo rato hablando con él sobre vidas pasadas y dimensiones paralelas. Y al final me dijo "Ahora entiendo por qué tomaste la decisión de ser un niño X. ¡Eres un alma vieja! Una vida más, una vida menos...".

Ahora estoy muy cansado. Pero esa frase del "alma vieja" que tantas veces he escuchado, ¿qué significa en el fondo? Es un contrasentido, las almas no envejecen. En todo caso, era un alma con más experiencia que podía darse el lujo de entrar en una gran misión. O quizás fue una simple locura. Pero algo más fuerte que esas meditaciones me atrapa antes de dormir. La salvaje necesidad de entrar en el día de la Gran Contraseña y cumplir la misión, como si el ADN Sasha estuviera hambriento por la Figura. Ya no soy una alma vieja sino una alma hambrienta. Carne de otras dimensiones, vino de otras dimensiones, eso es lo que necesito ahora.