Oneshot 💚 ~Robbie Kay /Peter Pan~ 💚

Oneshot N°9 Peter Pan ~De la ducha al amor hay un solo paso~

-No lo puedo creer-dijiste yendo y viniendo en tu lugar a un costado de la fogata, que por supuesto estaba apagada.-¡Es un imbécil!
-¿Qué pasó T/apodo?-volteaste encontrando a Félix con una mueca divertida en el rostro
-no voy a decirte, porque entonces irás corriendo a decirle a Satán-reíste levemente-quiero decir Pan.
-te prometo que no lo haré-levantó una mano por sobre su pecho-te doy mi palabra de niño perdido.
-¿Existe eso? ¿O te lo has inventado?-levantaste la ceja inquisitivamente
-claro que existe, no es como si me lo hubiese inventado recién-dijo como quién no quiere la cosa.
-bien te lo voy a decir-estaba por festejar pero decidiste pararlo-pero, si le decís yo misma te castro -lo amenazaste-en fin, lo encontré en el bosque besando a Tinker Bell.
-¿Y eso? Tú no lo puedes ni ver en figu... ¡Oh por Dios!-tardó un poco pero entendió-¿Te gusta Pan?
-gritalo más fuerte que en Storybrooke no te llegaron a escuchar-reprochaste mirando a los lados asegurandote que Pan no apareciera.-si me gusta pero lo que pasa es que él...él me dijo que yo le gustaba, creo que sólo bromeaba-dijiste un poco decaída
-lo siento- se encogió de hombros
-no importa, de todas formas mi familia me está buscando y estoy segura que no falta mucho para que me vaya-te sentaste en un tronco-asi que, con un poco de esfuerzo podré soportarlo.

-niños perdidos-rodaste tus ojos al escucharlo-hoy hay flauta, así que vayan preparando todo para la cena-dio una palmada.
Ni siquiera lo miraste, estabas muy enfadada con él y como no querías verlo te levantaste para ir a la cabaña que por desgracia compartías con Pan.
Te encerraste ahí por un tiempo, leyendo un antiguo libro de la pequeña biblioteca de la habitación.
Era curiosamente, sobre una historia de amor, por un momento deseaste que tu vida diera un giro y fuera como el libro, pero era imposible porque estabas jodida y enamorada.

-¿Amor?-era Peter
-no me llames así-dijiste borde sin siquiera mirarlo
-¿Hice algo mal?-sus zapatos se posicionaron frente a ti
-encima lo preguntas-levantaste la mirada
-¡Maldición! Eras tú-se rascó la nuca nervioso-sentí a alguien pero no creí que fueras tú.
-eres un idiota-levantaste la mano para golpearlo pero la cerraste en un puño, no podías lastimarle.-¡Creí que me amabas!-tus ojos se llenaron de lágrimas
-claro que te amo-acarició tu mejilla con su dedo pulgar
-entonces ¿Por qué te besaste con ella?
-T/n, no es lo que crees-desvió la mirada
-¿Qué creo Peter? ¿Qué me engañaste? Pues sí, tal y como lo veo si es justo lo que creo.
-ella me besó, estábamos cerrando un trato-miró hacia abajo
-¿Con un beso?
-si, es algo complejo.
-¿Me dejas sola? Necesito pensar
-suspiró-¿Es lo que quieres?-asentiste
-bien, me voy-desapareció permitiendome respirar con tranquila.

Ibas a bañarte, por lo que entraste al baño preparaste la ducha y cuando estuvo el agua caliente, entraste. Te relajaste por completo, intentando pensar en otra cosa que no fueran Peter y Tinker besándose.

Una brisa recorrió tu espalda pero no lo tomaste en cuenta, hasta que sentiste unos brazos tomandote por tu cintura y un beso en tu hombro, que erizó toda tu piel.
-¿Peter?-preguntaste con la vos entrecortada, como no recibiste respuesta, te volteaste encontrandote con esos ojos verdes que te enloquecían-¡Maldición!-intentaste taparte en vano-¿Qué haces aquí?
-me vengo a bañar con la persona que amo-respondió tomando tu rostro con sus manos. La imagen que se te presentaba frente a tus ojos era demasiado para ti, el pelo de Peter estaba completamente mojado tapando un poco con sus ojos, las gotas de agua caían de una forma muy sexy por su rostro y cuerpo.-¿Te gusta lo que ves?
-no deberías estar aquí-dijiste con dificultad
-¿Por qué te haces la difícil? Sé que quieres esto tanto como yo.-murmuró cerca de tus labios
-¡Al diablo!-tomaste su rostro y lo besaste, a medida que pasaban los minutos sentías que el calor subía al igual que la pasión entre ustedes.

Y no pasó mucho para que se demostrarán lo mucho que se amaban
-¿Ahora entiendes que tu eres lo único que quiero y que te amo como a nadie?-preguntó con la respiración entre cortada mientras aún te sostenía entre su cuerpo y la pared.
-¿Me prometes que no te volverás a besar con nadie?-observaste sus ojos y luego sus labios, esperando una respuesta afirmativa
-te lo prometo-dijo muy serio-fuiste, eres y serás la única niña-reímos-mujer-decidió corregirse-de mi vida
-Peter yo... yo te amo-admitiste bajando la mirada apenada
-yo también te amo-sonrió volviéndote a besar-¿Otro round?-la picardía era muy evidente en su voz
-mmm... podría ser no lo...
-¡Pan!-la puerta se abrió y para nuestra desgracia Peter dejó la cortina abierta así que ya se imaginaran-¡Ahhh! ¡Me quedé ciego! ¡Me quedé ciego!-tapó su cara
-¡Félix lárgate de aquí!-gritó Peter mientras tú intentabas escabullirte lo mas posible entre el cuerpo de Peter para que el rubio no te viera.
-¡Oh dios!-salió del baño cerrando la puerta como pudo.
No pudiste evitar reír contagiando a Peter, la escena parecía sacada de una película cómica.
-¿Por qué dejaste la cortina abierta?-preguntaste cuando se calmaron
-es que te vi y me olvidé-sus mejillas se pintaron tiernamente de un lindo color rojizo.
-y ahora otra pregunta... ¿Por qué Félix vive metiéndose entre nosotros?
-no tengo idea, pero me estoy cansando-admitió
-pobre Félix-reí
-¿En qué estábamos?-te tomó de nuevo por la cintura pegandote a su cuerpo de nueva cuenta
-en que salíamos de la ducha ¿Tal vez?
-¿Piensas dejarme así?-levantó su candente ceja
-si, estoy muerta de frío-tiritaste
-eso se puede arreglar-besó tu cuello
-si, con una toalla y ropa-besaste sus labios y como pudiste saliste de le ducha
-¡No es justo!-se quejó mientras veía como te ponías la toalla
-¿Qué no es es justo?-estrujaste tu cabello quitando el agua sobrante
-que me dejes con las ganas-dijo obvio
-lo siento, pero ya me estaba convirtiendo en una pasa de uva-te escogiste de hombros.
-¿Sabes algo?
-¿Qué?
-nuestro amor será leyenda, una que pasará de generación en generación, de nuestros hijos a los suyos.
-¡Estás loco!-reíste
-por ti, amor-guiñó un ojo con una sonrisa.

Fin.