Capitulo 22

3.9K 274 5
                                    

MARATÓN 2/3
(Tn)...

Después de la noticia de un bebé y un viaje a Japón en un par de horas, los invitados esperaban que partiéramos el dichoso pastel de bodas, así que como una gran estúpida me toco buscar donde es que estaba metido Christopher para poder hacer el show del pastel.

Cuando por fin lo encontré, estaba conversando con una chica umm.. bonita, pero tristemente tuve que cortar su conversación así le dije que debíamos ir a partir el pastel y literalmente me lo lleve de ahí.

Una vez ahí nos dieron un cuchillo y pues hicimos el show de ello, la gente estaba más feliz que nadie y me pregunto ¿Cual es la emoción? Digo, no es la gran cosa ver a dos tipos parados como idiotas ahí, tomando un cuchillo y cortando un pedazo de pastel. ¡Dios! No lo termino por entender, pero que le podemos hacer no, ellos son felices con ese tipo de tradiciones.

Después del show se sirvió la comida, Christopher come como si mañana ya no fuera a vivir y lo más asombroso es que el tipo es de lo más delgado del mundo, no entiendo. Al final de todo se comió como cuatro platos de comida, por mi parte solo el que me habían servido y listo.

El fue el que más se tomó enserio el disfrutar de la fiesta, tomó bastante pero no al grado de estar ebrio y creo entender la razón, pues embriagarse quizás es lo mejor para olvidar aunque sea por un momento la situación en la que estamos teniendo que pasar. En eso yo tome mi celular para llamar a Mateo, de una u otra forma debía decirle lo del viaje, pero una chica de sentó a mi lado, así que tuve que cortar la llamada.

— Eres afortunada por casarte con un hombre como el — dijo la chica y al voltear a verla me di cuenta que era la misma que estaba hablando con Christopher cuando lo fui a buscar para partir el pastel.

— ¿Tu crees? — pregunte viéndola y ella me sonrió — lo conoces mucho como para saber ello — agregue y ella negó con la cabeza.

— No lo tomes de ese modo, no tiene porque ser celosa, fuimos amigos en la escuela y es por eso que te digo que el es un gran tipo y que vale la pena que te casaras con el, además supongo que debes estar muy enamorada de el y el de ti, para que se casará contigo — dijo

— ¿Como te llamas? — pregunte

— Lucia Montenegro — agregó y sonreí.

— Claro, tu familia son los dueños de las joyerías cierto — agregué y ella sonrió.

— Exactamente, de la misma familia — agregó

— Bueno pues, Lucia, si, si estoy muy enamorada de él, es un gran hombre vale mucho y lo mejor de todo es que ahora es mío y de nadie más — dije sonriendo y fastidiandola, conozco a las tipas como ellas, se que él tipo le gusta y a mi eso me da totalmente igual lo que si es que me gusta molestar mucho también y se que lo que le dije le van a causar unos cuantos pellizcos ahí... algo que se conoce como celos.

— Me parece muy bien — dijo sonriendo algo incomoda, pero se que logre mi objetivo ante lo que le había dicho. En ese momento me entro una llamada en mi celular por un momento pensé que era Mateo, pero no, era de mi mamá, solo para recordarme que en un momento debemos salir de la fiesta e irnos para poder tomar el vuelo hacia Japón.

— bueno, te dejo, voy a buscar a mi esposo — dijo haciendo énfasis — porque debemos irnos a nuestra luna de miel — agregué

— ¿Que? ¿Como? ¿ya se van? — terminó por agregar con todo el asombro del mundo.

— Si, ¿Porque? — pregunte viéndola

— No, solo era curiosidad, es que suele acabar la fiesta y hasta un día siguiente se suelen ir y eso, pero me doy cuenta que con ustedes todo es diferente — terminó por define lucia.

— Si, a nosotros nos urge estar lejos y solos, así que no te preocupes por tu amigo... lo voy a cuidar muy bien — dije sonriéndole y finalmente me fui de ahí. Pobre niña tonta, cree realmente que un tipo como Christopher se va terminar de quedar con ella pero es algo que yo dudo mucho, Christopher no es ese tipo de hombres, por lo que me ha dicho. Pero en fin.

Lo saque de la pista de baile.

— Tenemos que irnos o perderemos el vuelo — dije y el me vio y sonrió, como dije antes ya estaba un poco tomado, así que andaba alegre, nunca lo había visto así, bueno que tampoco es que lo conozco verdad.

— Bien, vámonos que Japón nos espera — agregó y finalmente nos despedimos de la gente.

— En el auto ya están sus maletas, Irania la sirviente te conoce muy bien y sabe lo que más usas así que fue lo que metió en tu maleta, hay ropa de todo un poco, así que tú sabrás si usas esa o compras más — dijo mi mamá, vaya, como no me lo pude llegar a imaginar, el que también tuvieran mi maleta Leija para que fuera lo más rápido posible jajaja... que horror de familia.

El padre de Christopher hizo exactamente lo mismo con el, aunque le mandó muchas más cosas, los cual es raro pero pues el sabrá. Nos cambiamos en el baño del salón, porque evidentemente no saldríamos con esta pinta de locos hacia el aeropuerto.

Salimos de ahí y nos dirigimos al auto para que nos llevara al aeropuerto, me sentía feliz de ir a Japón, ya había ido años atrás, es un país muy bonito, así que tener la oportunidad de ir nuevamente es lo mejor, aunque con Christopher de compañía no estoy segura que sea tan Bueno. Pero en estos momentos cualquier lugar que me pueda mantener lejos de mis padres es lo mejor.

Al subir al auto Christopher se quedó dormido y encima de todo, sobre mi hombro, como si yo fuera su almohada o algo por el estilo, este tipo es tan igualado. ¡Aagggh!

Me quede viendo por la venta y luego observé mi mano, no podía creer que ahora mismo tengo los anillos de matrimonio puestos, no puedo creer que esté casada y lo peor es que con alguien que no amo, mientras que a la persona que si amo, no tengo idea si en algún momento me irá a perdonar todo esto que está pasando.

Entre el Cielo y el Infierno (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora