Capitulo 28

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¡Diablos! El chico no besa para nada mal, pero el momento fue algo muy extraño... pues en ese momento sentía que el tiempo se paró, mientras el me besaba suave y lentamente, pero solo por poco tiempo, pues comenzó a invadirme la adrenalina de sentir sus labios, coloqué mis brazos al rededor de su cuello y por impulso lo acerqué mucho más a mi; los besos se volvían más apasionados con forme se iban dando. Yo empecé a morder sus labios y el por el contrario a juguetear con su lengua. En este momento sentía un enorme impulso de abalanzarme sobre el y besarla aún mas mientras hacíamos otra cosa. Por mi cabeza de pronto pasaba que era hoy o nunca lo haría, pensaba en la carga de mi abuelo y en la idea de tener que traer un bebé al mundo, pero a pesar de sentir mentalmente que todo esto era una obligación y que también el alcohol me había hecho actuar de esta manera, mi cuerpo me hacía saber que de todos modos el estaba disfrutando el momento que estaba viviendo.

¡Si no es ahora, quizás después no va ser nunca! Dije nuevamente, entonces sin dejar de besarlo comencé a caminar hacia la cama, mejor dicho a guiarlo hacia ella para que entendiera lo que estaba buscando con el en ese momento, pero por el contrario el sin dejar de besarme, me tomó de las piernas y me cargó, entonces solo coloqué mis piernas alrededor de sus caderas, me topo contra la pared, ¡ok, eso si me sorprendió! la pasión estaba en el máximo. Sabía que en este momento de la situación ya ni el ni yo podíamos parar.

Así que el comenzó a acariciar mis piernas, mientras iba subiendo poco a poco. Después se detuvo, me bajo y me vio a los ojos.

— ¿Estas segura de que tú quieres hacer esto? — me termino por preguntar y el sonrío de una manera .... diferente.

— Nunca estoy segura de lo que hago Christopher pero ya estamos aquí no? Porque no vemos que puede terminar de pasar — dije viéndolo y entonces el colocó sus manos en mi cintura nuevamente, pero esta vez por debajo de mi blusa, luego la tomó de los lados y la comenzó a levantar, sin decir nada más solo alce los brazos para que me la pudiera quitar. Sonrió al darse cuenta que no tenía sostén.

— ¡Diablos señorita! — fue lo único que dijo y sonríe

— Me vas a decir que jamás te diste cuenta que durante todo el día no llevaba sostén — dije burlonamente.

— Por quien me tomas, no acoso mujeres — dijo sin reír.

— Vaya, me sorprendes, tiene algo de caballero entonces — dije viéndolo y el se acercó a mi cuello, para darme un beso y luego me susurró en el oído.

— ¡Ntaa! Si te soy sincero desde el principio del día había notado que debajo de esa blusa blanca no había un sostén — dijo para luego morder mi oreja. Comenzó a besar mis hombros y luego se detuvo nuevamente. — ¡Vaya, Vaya! La Niña buena resultó no serlo tanto, ¡Lindo tatuaje... — terminó por decir.

— Bueno, tu no te quedas atrás, tienes muchos más tatuajes que yo — dije acariciado sus brazos, viendo detalladamente los tatuajes que los adornaban.

— Si, pero yo no me imaginé que tú fueras de las que les gustaban los tatuajes — agregó sonriendo.

— Te dije que no soy lo que aparento, de hecho quiero más tatuajes, pero bien, vamos hablar de los tatuajes que me quiero hacer, mientras tú sigues juzgando mi cuerpo o finalmente tu vas a continuar — dije dándole un beso en la comisura de los labios y entonces el sonrió ampliamente y me beso el cuello nuevamente para después decirme.

Entre el Cielo y el Infierno (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora