Si no puedes protegerlo, es mejor no tener nada.

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— ¿Qué demonios fue eso? —murmuró Sakura, sacándose las manos de la cara debido a la destellante luz que antes presenciaron. — ¿Naruto? ¿Sasuke...?

Ella volteó a todos lados, sin embargo, se encontró sola en medio del bosque. No tardó demasiado en darse cuenta que ese no era el bosque de Konoha, si no más bien, uno ajeno. Tampoco se escuchaba el bullicio del campamento, solo los pájaros y un silencio que comenzó a incomodarla. Sakura trepó a uno de los arboles más altos que hayo ahí, no obstante, lo único que pudo contemplar a lo lejos fue una explanada casi destruida.

¿El que nos atacó... no fue Tobi? —pensó. No parecía estar en un genjutsu, más bien era como si la hubieran cambiado de lugar en un parpadeo. —Me pregunto si Tobi tendrá esa habilidad.

Comenzó a avanzar en dirección a la explanada, pendiente de cada movimiento que hubiera a su alrededor. Ahora que Pain y Konan ya no pertenecían a Akatsuki, realmente no debería haber un motivo por el que alguien la quisiera cazar. A no ser que fuera para atraer a Sasuke o a Naruto. Sakura pensó en el momento anterior a ese y maldijo más a Tobi, ¿cómo se le ocurría interrumpir en ese momento? Naruto al fin los había aceptado a ambos y ahora los tres podrían estar juntos sin más.

— ¡SASUKE! ¡NARUTO!

El grito resonó por todo el lugar, aunque Sakura pudo percatarse que no había más aves a su alrededor. Era como si desde ese tramo todo estuviera sin un alma. Quizás se debiera a la horrible destrucción que comenzaba unos pasos delante de ella; algunos animales estaban muertos, ya fuera por las rocas que los aplastaron o algún ataque que los alcanzó. La pelea de ese lugar no parecía llevar mucho tiempo de concluir, pues la sangre aún estaba lo suficientemente fresca como para poder resbalarse por ella.

Por el silencio fue fácil escuchar el murmullo de unas voces, así que decidida a saber que estaba pasando a su alrededor, comenzó a acercarse de manera cautelosa a ese lugar. Esperaba que se trata de Naruto o Sasuke, al menos así no sentiría ese nerviosismo y miedo de no tener idea de donde estaba.

Pero... si era Tobi o cualquiera de Akatsuki... ¿sería capaz de poder enfrentarse a él?

A paso lento notó que se estaba dirigiendo a un puente que se veía destruido por la parte de adelante, ella se incorporó rápidamente al notar a dos personas a la distancia, una de ellas tirada en el suelo y otra mirándola por encima. No parecían estar hablando, parecía que la persona de pie acababa de terminar con un enemigo. Sakura siguió avanzando hasta notar que el sujeto de pie emanaba una técnica de su mano, la cual pudo reconocer casi al instante: el chidori.

¡Era Sasuke!

Inevitablemente un alivio inmenso se instaló en ella, pero poco duró al notar las intenciones que tenía con ese ataque. ¿Acaso sería Tobi el que estaba tirado? No lo parecía, podía divisar poco su rostro, sin embargo, la cabellera roja brillaba bastante a la distancia.

— ¡SASUKE! —gritó, atrayendo su atención.

Estaba lastimado, quizás demasiado para el gusto de Sakura. Ella corrió al borde de la primera mitad del puente, justo donde una gran brecha los separaba. Ahí pudo contemplar mejor todo; la chica tirada en el suelo no era otra que Karin. Ella parecía estar a punto de dejar este mundo.

—Sakura.

La voz de Sasuke le erizó la piel. Era como un aire cortante y congelado que se impregnaba en toda la piel hasta llegar a su corazón. Al conectar miradas con él, supo entonces que algo iba terriblemente mal. Era Sasuke..., pero no era su Sasuke. Esa mirada podía cortar al mismo acero si se lo propusiera y ni hablar de las ganas de asesinar que emanaban de él, de las cuales apenas se percataba.

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