Sakura bostezó perezosamente, viendo como Tazuna trabajaba. Este se había burlado de él por ser precisamente quien lo cuidaba, Sakura bufó molesta, la estaba poniendo como la más débil entre Naruto y Sasuke, aunque a decir verdad fue culpa de ella por no hacer las cosas bien. Y, aunque quisiera probarle al viejo que tan fuerte era, ella de verdad estaba esperando no tener que hacerlo; significaría que la vida de todos correría de nuevo peligro.
Una vez que se dedicaron a comprar la cena, Sakura notó las condiciones horribles del lugar, era un sitio oscuro donde vivían niños, personas que intentaban salir adelante. Sakura entonces pensó en sus padres, a pesar de la carga a la que era sometida, ella los tenía, era diferente también en ese aspecto a Naruto y Sasuke; ella tenía todo, a pesar de no merecerlo. Incluso si su padre la obligaba a entrenar hasta casi desfallecer, ella sabía que podía contar con él.
Entre tanta gente, mientras seguían avanzando, pudo mirar al mismo hombre de dos noches atrás, caminando y viendo a los niños que estaban en las calles. Una mirada agria se colocó en su rostro, recordando aquella asquerosa sensación.
—Tazuna-san. —llamó con una sonrisa. — ¿Podríamos volver a casa?
—Sí, supongo. —este comentó extrañado. —Ya he comprado todo lo que necesito.
Lo primero que hizo Sakura al llegar a la casa de Tazuna fue asegurarse de que nadie estuviera en los alrededores, por la seguridad del mismo. Una vez que lo hizo, decidió decirle a Kakashi que iría rápidamente a ver el entrenamiento de Naruto y Sasuke, para ver su progreso, debido a que este seguía agotado por el uso del sharingan incluso le agradeció. Sakura meditó un momento, si no iba y ambos volvían, Kakashi descubriría su mentira, así que optó por ir rápidamente a ellos.
Al llegar notó que ambos seguían entrenando con todas las ganas, sorprendiéndola. Tenían una determinación increíble. Cuando estaba a punto de interrumpirlos, se detuvo entre las sombras, mirando con una sonrisa a Naruto que seguro acababa de reprocharse estar pensando en Sasuke, quería llevar a cabo el consejo antes dicho por Sakura, por lo que esta se sintió feliz de poderlo ayudar.
Y aunque la acción de Naruto la hizo sentir útil y feliz, su corazón comenzó a bombear con fuerza cuando Sasuke, ruborizado, llamó a Naruto.
— ¡¿Cuál es tu maldito problema, Sasuke?! —rechistó Naruto al verse desconcentrado. — ¡Estoy intentando concentrarme!
—Bueno... humm...
— ¿Qué pasa? —Naruto extrañado se cruzó de brazos.
— ¿Qu... Qué fue lo que te dijo Sakura? —preguntó esquivándole la mirada. Fue en ese preciso momento que Sakura sintió sus mejillas arder, ¿cómo ese chico podía ser tan adorable y serio al mismo tiempo? Era increíblemente lindo.
— ¿Eh? —sonrió Naruto de manera gatuna. —No te diré.
Sakura soltó una risita, queriendo matar a Naruto pero al mismo tiempo, estaba segura que ella también hubiese agarrado la oportunidad para tomarle el pelo a Sasuke.
— ¿Sasuke-sama no sabe cómo hacerlo? —preguntó Sakura, saliendo de su escondite. Ambos chicos voltearon a él, sorprendidos, el rubor de Sasuke incrementó hasta sus orejas, pese que él seguía con su semblante serio, fingiendo no tenerlo. —Me pregunto, ¿si digo esto a las chicas me ascenderán al chico más genial de la escuela?
— ¡Ese soy yo! —reprochó Naruto.
— ¿Qué haces aquí, Sakura? —preguntó Sasuke, molesto, apartando la mirada de ambos.
—Kakashi-sensei me dijo que los llamara para la cena, aunque bueno, estará como en una hora y media más menos. —sonrió, dándose la vuelta. —Así que los dejaré para que sigan entrenando. Si llegan antes que yo, díganle al sensei que fui al pueblo y volveré enseguida.
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Reflejo
FanfictionEl clan Haruno siempre ha tenido varones, evitando así que se pierda la descendencia del clan. Sin embargo, cada que nace una niña es obligada a volverse un chico, esta ha sido la vida de Sakura hasta ahora, disfrazada, obligando a mantener sus sent...