Uchiha y Uzumaki.

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—Así que esos son tus compañeros de equipo. —dijo su padre, sirviéndose otro poco de sake. Sakura al frente de él, asintió con la cabeza, aunque a decir verdad sus ojos querían cerrarse debido al cansancio, además al día siguiente tenía una misión temprano.

—Uzumaki Naruto. El hijo del cuarto Hokage. —comentó su madre que cortaba algunas flores. —Sakura, ¿qué tal está ese chico?

—Oh... Naruto es Naruto. —murmuró Sakura, sin saber que responder. —Es algo idiota pero un buen sujeto. Realmente se la pasa retándome a cada cosa. —se quejó. —El otra vez me llevó a los baños intentando que midiéramos...

— ¿Y en poder? —intervino su madre. — ¿Qué tan fuerte es?

—No lo sé. —Sakura se encogió de hombros, como si no fuese importante. —Es difícil ahora.

— ¿Ahora? —preguntaron ambos, curiosos.

—En clase él no podía crear ningún clon o hacer una sustitución simple, pero... cuando entrenábamos con Kakashi-sensei, fue distinto. ¡Pudo crear siete Narutos solidos! —contestó asombrada. —Aun así sensei le ganó como era de esperarse.

— ¿No sacó otro poder?

— ¿Otro poder? —preguntó Sakura extrañada. —No que yo sepa, realmente nos dividimos cuando inicio la prueba.

—Mantente al margen con él. —dijo su padre, firme. —Es bastante malo ya que estés en ese equipo. Debes esforzarte mucho más que cualquiera de esos dos, ¿te queda claro?

— ¿Eh? —Sakura cerró los ojos por un momento, dormitando.

— ¡Sakura! —reprendió su madre, golpeando la mesa, causándole un susto. — ¡Esto es serio!

Mi sueño también es serio. —pensó ella, irritada. — ¿Por qué lo dices? Naruto es un buen chico, no tienes por qué preocuparte por él, ni por Sasuke, ni por Kakashi-sensei.

—Al menos con tu sensei estoy conforme. —sonrió su padre, orgulloso. —El ninja copia puede ser suficientemente bueno para ti. Iré a hablar con él después.

— ¡No lo hagas, es vergonzoso! —reprochó Sakura, más despierta.

—Tienes al último Uchiha y al único hijo del cuarto Hokage. Además de un ninja de élite. ¿Crees que no debería estar preocupado de que seas un inútil para ellos? —preguntó su padre, haciéndolo pequeño; Sakura desvió la mirada a un lado, asintiendo con la cabeza. — ¡Debes ser lo suficientemente bueno para levantar al clan Haruno!

—Sí.

—Ve a dormir, Sakura. Hemos terminado. —sentenció su madre.

Sakura se levantó con cuidado, pasando de largo a sus padres, al cerrar la puerta detrás de ella, miró su pierna, ninguno de los dos le había preguntado por su herida. Bueno, ¿qué podría hacerse?

¡El clan Haruno era más importante que su hija!

Al llegar al sitio acordado por Kakashi notó que todavía no estaba nadie, no le extrañaba, llegó una hora más temprano para así evitar a sus padres en la mañana. Sin muchos ánimos se sentó y comenzó a tomar el desayuno mirando los árboles. Miró pasar a varias personas de la aldea que iban a sus locales, otras que se dirigían a hacer sus compras; una minoría se dirigía a la salida de la aldea, con sus cosas para comerciar fuera de esta, con aldeas vecinas. Sakura imaginó por ese instante lo lindo que sería salir de la aldea, no como un ninja a misiones peligrosas sino como un transeúnte normal, disfrutando de su vida.

—Sakura. —llamó Sasuke, llegando. —Buenos días.

—Buenos días, Sasuke. —sonrió ella, feliz de ser lo primero que viera esa mañana. ¿Cuándo le había comenzado a gustar Sasuke? Bueno, Sakura no lo recordaba con exactitud quizás solo era por su rostro fino o por ser el más popular de la aldea, en una excusa para evadir su realidad.

ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora