Cuenta regresiva.

2.4K 333 86
                                    

La salida de la aldea fue más ruidosa de lo que Sakura se hubiera esperado, con tan solo dos horas para prepararse por completo, Tsunade la acompañó hasta el lugar donde residían ambas, Shizune solo pudo despedirse de Sakura al pasar por el pasillo, deseándole suerte en su misión.

—Incluso Masamune parece querer ir a la misión. —dijo Tsunade, el pájaro ya no estaba en la cabeza de Sakura, seguía en su hombro, aunque a veces aleteaba y volaba por la habitación, buscando cosas que sabía que Sakura podría necesitar.

—Hemos estamos muy aburrido, Tsunade-sama. —comentó Sakura, terminando de empacar. Ya había pasado una hora, por lo que Tsunade ya tenía preparado algo abajo para Sakura.

—Baja a comer, necesitaras fuerzas.

— ¿Cocinó? —preguntó sorprendida su alumna; usualmente la Hokage prefería dejarle ese trabajo a Shizune y Sakura.

—Sí, ya que Shizune no está. —carraspeó ella, bajando de inmediato.

Sakura sonrió al ver la comida, era suficiente para dos personas y un cuervo, así que no tardó en sentarse frente a Tsunade. Una vez que dieron las gracias por la comida, lo que siguió fue un agradable silencio entre ambas, solo con el sonar de los palillos y los platos cada que se ponían en la mesa.

Al terminar, Tsunade fue la primera en tomar la palabra.

—Saldrás después de mucho tiempo, ¿estás nerviosa? —preguntó, cruzando sus brazos sobre el pecho.

—Un poco, sí. —confesó Sakura, bajando la mirada a la mesa. —Pero estaré bien, Tsunade-sama, lo prometo. Me hace muy feliz que me haya mandado a esta misión con mi equipo.

—Ten mucho cuidado, después de todo es de Akatsuki de quien estamos hablando. —dijo Tsunade, seria. —Me interesa que recuerdes que Itachi Uchiha te está buscando.

—Lo sé. —contestó Sakura, dándole una suave mirada a Masamune. —También el tipo cara de pez.

—Aún no sabemos si es Itachi quién fue detrás de Gaara, pero cualquiera que pertenezca a esa organización es peligroso, así que ten mucho cuidado si te llegas a enfrentar a uno de ellos. Aún no desarrollas por completo el Byakugo, así que será contraproducente si no regulas la cantidad de chakra necesario.

—Dudo mucho que me enfrente con alguno de ellos. —cortó Sakura. —Un ninja medico siempre tiene que cubrirle la espalda a sus compañeros.

—Es cierto, pero...

—Gracias por preocuparse por mí, maestra. —Sakura volvió a intervenir, dándole una sincera sonrisa. Tsunade frunció las cejas, esperando a que prosiguiera. —Todo este tiempo he estado muy agradecida con usted, me ha enseñado cosas más importantes que los jutsus médicos o el control de chakra. Pase lo que pase seguiré repitiendo el conocimiento que usted me ha dado hasta el final, los valores y la amabilidad que usted me brindó no serán olvidados.

—Sakura.

—Es momento que me deje crecer, Tsunade-sama. —pidió Sakura, tomándole la mano por encima de la mesa. —Quizás no llegue a sentirse orgullosa de mí como Jiraya-sama de Naruto, pero le prometeré algo.

— ¿Qué es?

—Seguiré viviendo como ahora. Sin retroceder, sin mirar atrás y levantándome cada que me pongan el pie. —afirmó apretando la mano de Tsunade. —No importa lo que pase, no me dejaré vencer por nada ni por nadie.

Tsunade la contempló asombrada unos momentos largos, casi eternos. Los ojos de Sakura reflejaban una intensidad como nunca antes, era increíblemente maravilloso que por fin lucieran tan seguros de sí mismos, como si cada desición que tomara a partir de ese instante fuera lo mejor para ella. Y ciertamente, Tsunade esperaba que así fuera.

ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora