Tobi: La ignorancia es poder.

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[Título inspirado en el lema del Partido. Libro 1984. Por George Orwell.]

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—Me quedaré con esto. —comentó Tobi, guardando el ojo de Shisui en un frasco repleto de celsior. Itachi dio un paso al frente, queriendo evitarlo, no obstante, al ver que Tobi desviaba por algunos segundos los ojos a Sasuke, se detuvo. No le quedaba suficiente chakra para pelear. Detrás de la máscara, Tobi sonrió burlón. Ese niño tonto era la única debilidad del que quizás fuera el único que pudiera derrotarlo.

— ¿Madara? —con ayuda de Karin, Sasuke se puso de pie. — ¿Él es Madara?

— ¿No es espectacular? —Tobi lo ignoró a posta, mirando la completa destrucción de la villa de la hoja. —Todo esto lo ha hecho una sola persona. La venganza, el odio, pueden destruir al mundo. Sorprendente, ¿no? Mientras que el amor, la esperanza, solo lo hunden cada vez más.

Como un niño pequeño, se balanceo entre la orilla de la tierra que daba al vacío.

— ¿Debería acabarlo de una vez por todas? —y extendió sus manos a los lados, para después juntarlos y dar una palmada. Al momento en que sus manos hicieron el eco, Tobi hizo el sonido de una explosión con su boca. — ¡Todo ardería! Incluso las vidas que se lograron proteger, morirían una por una y todos conocerían el poder de Akatsuki al terminar con una gran villa, todos me temerían.

—Entonces, ¿los matarás a todos?

—Oh, no. —Tobi se quitó del borde, regresando sobre sus pasos hasta el cuerpo de Danzo. —Todavía no es el momento correcto.

— ¿Qué te hace creer que no estaremos preparado para cuando vuelvas? —jadeó Sasuke, arrugando el entrecejo.

—Probablemente lo estarán, probablemente no. —Tobi se encogió de hombros, restándole importancia. —Atacaré mañana o al anochecer, atacaré en un mes o quizás en un año cuando esto haya quedado en el olvido. Puedo atacar cuando sus defensas estén bajas o altas y no habría ninguna diferencia, perecerán.

Karin miró a Sasuke e Itachi, parecían querer detenerlo en ese momento, aunque ambos sabían que solo sería un suicidio.

— ¿Cómo podrían detenerme? —se burló Tobi. —Si tienen a sus soldados alertas todo el tiempo llegara un momento donde estén exhaustos. Y, al mismo tiempo, si no los alertan, no esperarán el ataque. Oh, justo como ahora. —y señaló a Konoha. —Más que una villa de ninjas, yo solo vi a un montón de idiotas dejarle toda la carga a un niño.

Supuso entonces que se refería a Naruto.

—Debes estar tranquilo, Sasuke. —se dirigió a él, causando malestar en los contrarios. —A comparación de todos tus enemigos, yo no caeré en trucos tan bajos para traer conmigo a Sakura-chan. —y en su voz había cierto tono que se asemejaba al cariño.

— ¿Qué?

—Puedo deshacerme de todos ustedes sin la necesidad de martirizar otra vez a esa chica. —aseguró.

Itachi volvió a darse cuenta entonces que el movimiento corporal de Tobi al hablar de Sakura le traía recuerdos gratos, aunque no precisamente de ella. Sakura parecía ser relacionada con su pasado, lo cual aún el genio Uchiha no podía comprender del todo. Al ver la mirada agria de los contrarios, Tobi bufó.

—Deberías estar contento. —reclamó.

—La Alianza te cazará. —dijo Itachi. Tobi ladeó la cabeza, esperando que le explicara. —Sabiendo todo esto, mandarán a cientos de ninjas a rastrearte. Te matarán antes de poder hacer algo.

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