Por el futuro.

2.8K 394 194
                                    

— ¡Masamune! —gritó Sakura con una enorme sonrisa y los ojos brillándole con euforia. — ¡Estás vivo!

Hace una semana que Sakura había recuperado el movimiento de su cuerpo, por lo que Tsunade recomendó que diera caminatas pequeñas por el jardín del hospital, pese a que Sakura no sabía que Kakashi la estaba observando siendo vigilada hasta que tuvieran que marcharse.

El cuervo aleteó a su alrededor emocionado de ver de nuevo a su amiga, Sakura estiró sus brazos a él, abrazándolo con cariño, teniendo especial cuidado en no lastimar su ala vendada.

—Te extrañe mucho. —dijo ella, dejándolo volar de nuevo. —Pensé que te habían dejado en el bosque, cuando Ino fue a revisar me dijo que ya no te encontró.

Masamune movió su cuello, dándole un cariño con el pico a Sakura en la mano.

—Hey, cuervo maldito, no te hagas el desentendido. —de pronto Sakura cambió su mirada a una furia total, tomando la pequeña cabeza del cuervo apretándola con la fuerza suficiente para que él comenzara a aletear. —Me has engañado todo este tiempo fingiendo que no podías hablar, pero he escuchado claramente lo que me has dicho antes de irte.

Kakashi puso los ojos en blanco al ver semejante escena.

—Te has hecho un nido en mi cabeza, incluso una vez llegaste a hacerte en ella. —protestó. — ¿Qué tienes que decir en tu defensa, Ma-sa-mu-ne?

—Me alegra verte, Sakura. —contestó él.

Sakura sintió los ojos llorosos en ese momento y sin pensárselo dos veces volvió a abrazar al cuervo que comenzó a quejarse por ser asfixiado. Kakashi en cambio observó la escena con recelo, las sospechas de Jiraya después de todo fueron acertadas, aquel cuervo pertenecía a una invocación.

— ¿Por qué no me hablaste antes? —preguntó Sakura, sentándose en una banca. —Habría sido divertido si supiera que podías hablar.

—Mi amo me ordenó que no lo hiciera.

— ¿Puedo saber quién es tu amo y por qué me protege tanto? —Sakura estaba mirando al frente, no parecía verdaderamente curiosa.

—Es muy temprano para que lo sepas.

—Entiendo. —suspiró, ya se había hecho la idea de que la respuesta sería similar a esa.

— ¡Sakura! —gritó Naruto corriendo a ella, Sasuke venía detrás con una de sus manos en el bolsillo y la otra sosteniendo una bolsa con algunos dulces para ella.

Sakura alternó por unos segundo miradas entre Masamune y Sasuke, así que lo más lógico que pudo hacer en ese momento fue esconder bruscamente al cuervo entre su espalda y la banca.

—Sa-Saku...

—Shhh. No hables. —murmuró antes de que Naruto terminara de llegar con un brinco, delante de ella.

—Al fin te has animado a salir. —sonrió Naruto, sentándose a su lado. —Le hemos preguntado a Shizune donde estabas.

—Q-Quería un poco de aire fresco. —comentó con una mueca forzada en el rostro. —Nunca ha sido mi cosa favorita estar encerrada.

—Trajimos algunos dulces, Sasuke insistió en comprar estas leches no sé para qué si pasa del medio día. —dijo Naruto, mirando una de ellas.

—Son para ti, tarado, de lo contrario te quedarás enano por el resto de tu vida. —reprochó Sasuke, arrebatándole la bolsa. —Naruto quiso traerte esto. —bufó, mostrándole tres tipos de ramen instantáneos diferentes.

ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora