Se sintió como si hubiera caído al fondo del mar, el agua se metía en cada centímetro de su piel y la luz que se veía a través del agua comenzaba a verse cada vez más borrosa, hasta que llegó a un punto donde no pudo divisar absolutamente nada. Era un fondo sin salida. A su vez, miró a Sasuke a su lado, solo que él comenzaba a descender mucho más rápido, como si se estuviera dejando llevar; Naruto intentó estirar la mano a él, luchar contra aquello que jalaba a ambos a la oscuridad, ni siquiera pudo rozar los dedos de Sasuke antes de que este desapareciera de su vista.
Sasuke se dejó arrastrar al núcleo de la penumbra, sabiendo que no había nadie ahí para rescatarlo.
Naruto entonces se dejó ir también, mirando el pequeño destelló de luz que se visualizaba todavía, extendiendo una mano hacia él en busca de que alguien lo jalara y le permitiera ser salvado. Pero... ¿qué si llegaba a la superficie? ¿al salir de ese profundo mar el dolor acabaría? ¿podría ver con la misma intensidad la luz como antes?
¿Podría vivir como antes?
— ¡Naruto!
Al parpadear se encontró con Sakura delante de él, en su forma de niño, con el listón de Ino sobre su frente y una sonrisa tibia en el rostro, como solía dárselas.
—Sakura. —Naruto extendió su mano, intentando tocarlo, al instante el reflejo quedó difuminado.
— ¡Estoy acá, Narudiota! —se burló el mismo Sakura, apareciendo detrás de él, en una jugarreta como solían hacer antes. — ¡Un buen ninja sabe predecir los movimientos de su oponente! —decretó, alzando un dedo en señal de sabiduría. —Deberías prestar más atención a Iruka-sensei.
— ¡Sakura, perdón!
— ¿Quieres ir a entrenar? —preguntó con los ojos brillando. El corazón del Uzumaki se contrajo mucho más. — ¡He aprendido unos nuevos movimientos que opacarán los tuyos!
—No pude salvarte, Sakura...
— ¿Ehhh? ¡No quiero ir a comer ramen de nuevo! —protestó él, cruzándose de brazos. — ¡Debes ser un ninja sano y comer de vez en cuando buena comida!
—Lo siento, lo siento... perdóname. —Naruto se cubrió los oídos, queriendo dejar de escucharlo. —Yo me volví más fuerte, pero al final del día, sigo siendo el mismo perdedor de siempre. Perdóname.
— ¡NARUTO UZUMAKI NO ES UN PERDEDOR! —gritó el niño, dándole la espalda, con el emblema del clan Haruno marcado en la parte trasera de su camiseta. El listón rojo revoloteaba con el flujo del agua. Sakura parecía estarle gritando a alguien.
—No...
— ¡NARUTO UZUMAKI NO ES UN PERDEDOR!
—Sakura...
— ¡NARUTO UZUMAKI NO ES UN PERDEDOR!
— ¡Basta, Sakura, basta!
— ¡NARUTO UZUMAKI NO ES UN PERDEDOR!
— ¡DIJE QUE BASTA! —gritó haciendo revotar toda el agua de su alrededor, agitándola con fuerza, difuminando de nuevo la ilusión del pequeño Sakura.
Para dar paso a su propio reflejo, el kyubi de nueve colas.
De pronto ya no se encontraba rodeado de agua, estaba en una especie de cárcel y el agua se había reducido hasta solo sus talones. Frente a él una gran reja, con una luz amarillenta que apenas le permitía ver que había detrás de ella. Lo primero que notó fue unos ojos aterradores que lo miraban desde las sombras, estaban esperando por él impacientemente.
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Reflejo
FanfictionEl clan Haruno siempre ha tenido varones, evitando así que se pierda la descendencia del clan. Sin embargo, cada que nace una niña es obligada a volverse un chico, esta ha sido la vida de Sakura hasta ahora, disfrazada, obligando a mantener sus sent...