La guarida de la serpiente.

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Sakura se quedó callada todo el rato desde que montaron a Masamune, nadie los estaba siguiendo. Sasuke y Naruto debían tener pocas energías por lo recientemente acontecido y los demás se quedarían con ellos debido al riesgo que representaba dejarlos solos.

Ni Masamune con sus comentarios que daban en el clavo, ni Lee intentando animarla, lo único que se escuchaba era el viento. Ambos parecían estar respetando su dolor, y se los agradecía de todo corazón. Sus ánimos estaban por los suelos, toda la energía que puso al inicio del viaje se le esfumó al encontrarse con Naruto y Sasuke. Ver sus caras de decepción, notar la incredulidad en sus ojos y las palabras que dijeron, fue suficiente para que Sakura quisiera tirarse de Masamune y que nadie la rescatara.

Sakura se llevó una mano a la mejilla, recordando el golpe proporcionado por Naruto; el dolor físico ya se había esfumado pero el emocional no, y temía que nunca lo hiciera. No por ella, sino por el dúo de tontos que dejó atrás.

—Allí están. —dijo Masamune, rompiendo los pensamientos de Sakura. El cuervo bajó en picada, adentrándose en el bosque y redujo su tamaño para que los ninjas pudieran brincar en los árboles y llegar a donde Itachi y Tobi. Al final el cuervo decidió que lo único que podía hacer por Sakura en esos momentos era ponerse encima de su cabeza, para demostrarle su apoyo.

Itachi estaba junto a Tobi, no hubo necedad de palabras, al momento de verla supo que pasó. Tobi en cambió, tirado en el suelo, pataleaba de adelante hacía atrás.

—Se tardaron mucho. —se quejó el de la máscara, poniéndose de pie. —Sakura-chan, tu cara perdió como mil puntos.

—Lo importante es que ya estamos aquí. —dijo Lee, cortando el rollo de Tobi al ponerse por delante de Sakura. —Vayamos por ese anillo de una vez antes de que Orochimaru se nos escape.

—Estamos justo debajo de su cueva. —señaló Tobi, dando golpecitos con el pie. — ¡No hay nadie más rápido que Tobi aquí!

Al caminar, Sakura notó que Lee se agarraba con cuidado el costado, queriendo que ella no lo notara. Así que antes de que Itachi pudiera decirle algo, respecto a lo anterior, se adelantó, bloqueándole el paso a su amigo.

—Déjame curarte, Lee. —pidió Sakura. —Hiciste el loto primario, debes estar muy cansado.

—No, ya no podemos perder más tiempo.

—Deja que lo haga. —reprochó Itachi, suspirando. —Solo nos estorbaras si estás herido.

Sakura entonces haciendo uso del ninjutsu médico, comenzó la sanación de los tejidos de Lee. El estudiante de Guy, apartó la mirada de Sakura con cierta tristeza, no por ella en realidad, sino porque aún tenía la cara de Neji presente, pidiéndole que volviera con él a Konoha. Desde su batalla con Naruto, Neji se había vuelto una mejor persona, incluso salían a comer y entrenar juntos, por lo que de verdad sentía una verdadera tristeza de perderlo como amigo. Además, todavía quedaba Guy.

¿Qué es lo que diría su sensei? Después de todo el tiempo que pasaron juntos, sería normal que estuviera decepcionado. Y, aunque la decisión de ir con Sakura era algo de lo que jamás de arrepentiría, una parte de él quería volver a ver a su querido maestro una vez más.

Aunque, bueno, era probable que lo viera.

Porque si de algo estaba seguro Rock Lee, es que la próxima vez que se toparan con los ninjas de Konoha, no solo Guy y Kakashi estarían presentes, podría ser que quizás hasta la misma Hokage comandara la misión. Tsunade consideraba a Sakura casi como su hija, no dejaría que se marchara así sin más. Y aún quedaban Naruto, Sasuke y muy probablemente Neji no se darían por vencidos tan fácilmente.

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