Sonrisas para ahogar el llanto.

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Hay una parte, donde está un dialogo entre comillas y letra cursiva, que es lo que le dice a Hinata mientras pelean. Que vendrían siendo algo así como lo que siente Sakura en ese momento.

.

Naruto se limpió la sangre que le escurría por la cara, mirando como transportaban a Kiba en la camilla. Había sido declarado ganador en el duelo, sin embargo, no se sentía contento del todo, es decir, cerrarle la boca por primera vez al idiota de Inuzuka lo ponía tremendamente contento, esas veces donde fue humillado por él quedaron saldadas, pero Sakura no estaba para compartir su alegría.

Nadie estaba.

—Naruto...—murmuró Hinata, medio a trabas porque la voz le tardó mucho en salir. — ¡Naruto!

— ¿Qué pasa, Hinata? —preguntó él, mostrándose desinteresado. La chica de ojos blanco pasó saliva con dificultad, con las manos temblándole, Naruto se detuvo a su lado observándola extrañado; ella se dio media vuelta, aún con todos los nervios en su contra, le extendió el botecito con ungüento. Shino la miró sorprendido por su valentía, aunque luego una sonrisa se plantó en su rostro. — ¿Qué es?

—... medicina. —respondió bajito, Naruto se inclinó a ella, sin escucharla. — ¡E-Es para tus heridas, Naruto!

— ¡Ah, que amable eres Hinata! —respondió el rubio, tomándolo rápidamente entre sus manos. — ¡Sin duda todo lo contrario al idiota de Kiba!

—Espero que te ayude con tus heridas. —dijo medio ruborizada. —Felicidades por haber ganado.

Naruto la miró con una sonrisa cálida, que le terminó de poner roja la cara a Hinata, ahí estaba alguien con quién podía compartir la alegría de haber ganado, alguien que estaba feliz por él. El rubio entonces comenzó a tararear una canción, yendo hasta donde Kakashi, viendo como sus heridas sanaban rápidamente.

— ¡Mira Lee, esto funciona de inmediato! —gritó emocionado. —Kakashi-sensei, deberíamos ir con Sakura y Sasuke, seguro que se curan de inmediato.

Kakashi formó una queda sonrisa ante la ingenuidad de su alumno, aún no entendía que era por el kyubi que llevaba dentro. Sin embargo, comprendía que intentaba animarse de cualquier manera para pensar que sus amigos estaban bien; debió ser una victoria semi-vacía para él, sin nadie con quién festejar.

—Bien hecho, Naruto. —celebró Lee, chocando palmas con él. —No podía esperar menos de uno de mis rivales.

— ¿Rivales? —preguntó Naruto, confundido. Luego una sonrisa apareció en su rostro, emocionado. — ¡Por supuesto cejotas! ¡Jamás perdería contra ese idiota, solo deja que Sakura lo sepa, se pondrá tan feliz!

Lee sonrió al saber que Naruto no entendió del todo lo de rival, sin embargo, podía comprender al rubio en cuando a no dejar de pensar en Sakura. También estaba preocupado, pero debía aguantar, si se iba ahora, entonces Sakura se decepcionaría de él por haber abandonado. No obstante, con la victoria de Naruto y la de él, seguro que Sakura se emocionaría mucho y se pondría mejor.

—Siguiente batalla, Neji Hyuga y Hinata Hyuga. —anunció Hayate.

Sakura no estaba segura de cuando le comenzó a gustar el Uchiha. Es decir, por las hormonas en su cabeza siempre le parecía un chico lindo; pero antes de eso, le tenía rencor porque sentía que él lo había apartado de Ino además de que siempre rechazó lo que él y Naruto buscaban, el cariño de las personas. Cada vez que lo miraba no podía evitar que sus ojos lo siguieran, buscar cualquier excusa para caminar donde había caminado. Sin embargo, esos sentimientos eran de dientes para afuera, porque en el fondo quería aferrarse a algo que jamás podría ser: una chica. Sus sentimientos por Sasuke siempre fueron superficiales, sintiendo que le tenía que gustar a la fuerza porque a todas las chicas les gustaba.

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