Los diluvios se pueden transformar en tormentas.

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Sasuke acarició los cabellos de Sakura con cuidado, una vez que la arena que lo rodeaba desapareció. Pakkun estaba a su lado, preocupado también por el chico de cabello rosa, el cuervo de Sakura revoloteó sus alas, esperando así despertar a Sakura. El Uchiha menor miró al cuervo con curiosidad, a él no le gustaban los cuervos, sin embargo, lo ignoró por el momento, a pesar de que este no parecía uno normal, ¿sería una invocación acaso?

—La pelea de Naruto y Gaara ya debió haber terminado. —dijo Pakkun. —Puedes confiarme a Sakura, cuidaré de él. Además, Kakashi debe venir en camino, estoy seguro.

—Kakashi-sensei y los demás jounin están en la aldea, peleando. —contestó Sasuke, subiendo a Sakura a su espalda, no estaba muy seguro de que tan confiable sería eso pero no podía darse el lujo de que llegara alguien de la arena, para rematar a su compañero de equipo. —Yo cuidaré de él.

Pakkun lo siguió de cerca, el cuervo se acomodó en la cabeza de Sakura, durmiéndose mientras Sasuke andaba con el peso de ambos.

Mientras iban de árbol en árbol, Sasuke recordó más las palabras de Naruto, haciéndole un eco en la cabeza que le llenaba de inseguridades. ¿Su mejor amigo estaba enamorado de Sakura? ¿O es que lo había dicho en manera de amigos? Sasuke bufó con sorna, su cerebro le estaba negando ver la realidad.

Naruto no solo ya le había superado, sino que también se había enamorado de la misma persona que él.

Al llegar notaron que Naruto yacía inconsciente, mientras Gaara lo observaba con una diminuta sonrisa. Vaya, con que incluso él podía sonreír así, además, parecía una nueva persona. Naruto consiguió llegar hasta él. Antes de que Sasuke pudiera avanzar, Temari y Kankuro se interpusieron frente a él.

—La pelea ya termino. —dijo Temari; Sasuke incluso pudo notar que ella estaba dispuesta para luchar por su hermano. —Déjalo.

—A nosotros solo nos ordenaron esto. —se metió Kankuro. —Gaara, mi hermano..., solo seguía ordenes de nuestro padre.

—... ¿Él...?—la voz de Gaara era queda, Sasuke pudo notar que estaba mirando a Sakura en su espalda. — ¿está... bien?

— ¿Por qué te importa? —musitó Sasuke, a la defensiva.

—Porque... Naruto dijo... que es su persona especial. —murmuró Gaara. —Si lo mate...

Sasuke pudo imaginar las palabras que venían después del silencio. "Si lo mate... Naruto quedara destruido".

—Se repondrá. —contestó Sasuke, sin muchas ganas. —Él es casi tan idiota como Naruto, así que no te preocupes, no te guardará rencor, estoy seguro de eso.

—Ya veo.

Entonces Temari y Kankuro tomaron a Gaara entre sus brazos, llevándoselo de ahí. Sasuke los observó marcharse, Temari dio una corta mirada hacia atrás, agradeciéndole.

—Su persona especial...—dijo Sasuke, subiendo más a Sakura en su espalda ya que estaba resbalando. —Es su persona especial.

— ¿También es la tuya? —preguntó Pakkun, lamiéndose la pata. Sasuke paso saliva, observándolo sorprendido. —Soy un perro listo y bonito, el más listo que puede invocar Kakashi.

—Cielos, un perro me leyó por completo. —suspiró Sasuke.

—Es lindo que los dos se hayan enamorado de ella. —comentó Pakkun. —Suena a las novelas que escribe ese tonto de Jiraya pero con más adorable y menos perversión.

—Es un él. —carraspeó Sasuke, ruborizado. Pakkun se quedó estoico, el olor de Sakura era de mujer, era imposible que su olfato estuviera fallando. —Y sí, es una de las dos personas más importantes que tengo en mi vida, justo ahora.

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