Hasta los huesos, hasta las cenizas... hasta los recuerdos de esos días.

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Ino corrió hacía él, con una enorme sonrisa en el rostro, Sakura estaba haciendo movimientos con las manos simulando golpear; estaba entrenando. Ino se detuvo un momento observándolo en silencio, a decir verdad, ahora que todos pensaban que Sakura salía con él, las personas rodeaban con más facilidad a Sakura. Y a Ino no le molestaba que pensaran eso de ellos, después de Sasuke, Sakura era el chico que más le gustaba. Lástima que las demás chicas también se comenzaban a interesar en él; muy lentamente, pero el botón de cerezo estaba floreciendo.

Oye Sakura. llamó Ino, nerviosa. Ese definitivamente era el día en que le diría sus sentimientos, sin importar que, o que Sasuke fuera el niño más popular, si era con Sakura, entonces estaba bien.

Ino, tengo que decirte algo. comentó él, jugando con los bordes largos de su listón rojo atado a su frente que colgaban sobre sus hombros.

¿Qué es?preguntó ella, acercándose mucho más. Seguro que compartía sus sentimientos.

Yo...

¿Sí?

Soy una chica.

— ¡Ya te dije que esos truquitos no van a servir de nada! —reprochó Zaku, revotando de nuevos sus ataques.

—Hay un legendario guerrero—dijo Sakura, desde encima de un árbol, mirando a sus oponentes—que se enfrentó a los legendarios sannis con eso que tú llamas, trucos baratos.

Sin pensárselo mucho se lanzó de nuevo a Zaku, lanzando otro kunai, impulsándose más a él con ayuda de unos hilos que quedaron sobre sus manos de los kunais anteriores, logró que otro llegara por la espalda de su oponente, clavándoselo en el hombro.

— ¡Maldito!

—Te olvidas de mí, niño. —dijo Dasu, descubriendo de nuevo su brazo y mandando a volar a Sakura contra un árbol donde con mucho esfuerzo tuvo que tomar una rama, rasgándose de más la mano. La sangre no tardó en brotar, haciéndole ver que por ese instante aquella mano estaba inservible; o al menos eso le pedía su cuerpo.

Sakura ahora mismo no estaba escuchando sus temores o limitantes. Eso solo lo distraería de su objetivo.

¡Una vez más! ¡Hasta hacerlos caer!

Sakura se deslizó por el tronco, corriendo de nuevo a Zaku, se barrió por el suelo evitando su ataque del sonido que a gracia de Sakura solo apuntaba a una dirección. Lástima que el de Dasu no, pues este de nuevo la lanzó ahora por el suelo hasta uno de los arbustos cercanos.

— ¡Ríndete de una vez, ni siquiera puedes tocarnos!

— ¡Una vez más!

—Sakura...—Ino sintió las lágrimas al borde de sus ojos, mirando cómo se levantaba de nuevo.

Sakura estaba llorando, a duras penas se podía limpiar las lágrimas. Su padre le había abandonado ahí diciéndole que mientras no pudiera aceptar la petición de su clan, no podría volver con ellos.

—Oye, ¿tú eres el niño del que todos se burlan por parecer niña? —preguntó Ino, apareciendo de pronto. —Con ese fleco tan feo es normal que se burlen de ti.

—V-Vete. —murmuró Sakura.

—Vamos, ¿no has visto a los chicos geniales? —siguió Ino, hincándose a su lado. —Por ejemplo Sasuke, ¿viste cómo lleva el cabello? Se ve muy bien, ¿no?

— ¿Q-Quién eres tú? —cuestionó Sakura, alzando la mirada.

—Ehh, es imposible que no me conozcas. Soy Ino Yamanaka, la más bonita de la clase. —le guiñó el ojo, sacándole la lengua. —De verdad, estás mucho tiempo en tu mundo, debes pasar más tiempo con los demás. ¿Cuál es tu nombre?

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