Palabras que no significan nada.

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— ¿Estás seguro de que no tendrás problemas con esto? —preguntó Naruto a Sai. Él lo observó un segundo antes de contestar; Sakura y Sasuke comían al lado de Naruto, uno en cada lado. Eso tres parecían recién casados, juntos todo el tiempo.

—No deberías preocuparte de eso. —dijo Sai. —Yo seré quién los tenga, no tú.

—Es verdad, entre menos nos inmiscuyamos con ellos, mejor. —completó Sasuke. Naruto supo al instante que él no confiaba en Sai. ¿Sería por lo que pasó entre ellos cuando ingresó al equipo siete? Lo entendía, pero ese era el otro Sai, este debía ser diferente, no por nada su otro yo confiaba en él.

Naruto frunció la boca, insatisfecho por la respuesta de Sai y la contestación de Sasuke.

—Me preocupa porque estoy seguro de que mi otro yo no quiere perder a un amigo. —murmuró Naruto. Sai formó una media sonrisa, agradecido de la preocupación contraria; definitivamente algunas cosas se mantenían igual. —Además, incluso si logramos atrapar al Sasuke malo... ¿cómo harás para llevarlo a Konoha?

Sasuke frunció las cejas, pensando en su otro yo.

—Probablemente Naruto y los demás sepan a donde los he llevado. —contestó Sai, guardando las sobras de la comida. —No es demasiado difícil de deducir.

— ¿Enserio estás bien con esto?

—Como dicen ellos, debes de dejar de preocuparte por mí. —concluyó Sai, levantándose. Sakura y Sasuke hicieron lo mismo, incitando a Naruto a que los copiara. —Estoy preparado para dar mi vida por esto.

— ¿Por qué?

—Es simple, porque se trata de Naruto.

Sakura y Sasuke intercambiaron una mirada rápida, suspectos ante esas palabras.

— ¿Y eso que significa? —rechistó Sakura, quisquillosa.

—Nada con importancia. —Esa sonrisa que odiaban Sasuke y Sakura estaba plantada en su cara. —Sigamos.

Y de ese modo partieron. Naruto sintió que la tensión se había elevado mucho más, al acercarse a Sakura ella le dio una amable sonrisa, aunque más parecía sumergida en sus pensamientos, quizás analizando la situación que tenían por delante. Sasuke igual se encontraba serio, por supuesto que Naruto optó por no irrumpir en los pensamientos de ninguno de ellos; los planes de Sakura los salvarían y Sasuke se veía que deseaba estar solo por un momento, procesando todas las emociones que desató la noche anterior.

La noche anterior...

Se ruborizó penosamente al recordar los hechos, incluso tuvo que adelantarse algunos pasos, casi a la par de Sai para que Sakura y Sasuke no vieran su reacción (aunque ellos en realidad no le estaban prestando atención), el joven de la piel pálida se volteó a él, observando divertido su rostro en diferentes tonos de rojo, según lo que los recuerdos proyectaran.

—Incluso tú eres tan fácil de leer. —dijo Sai. Naruto lo escuchó, causando que su vergüenza creciera mucho más.

— ¡Tú eres quién nos estaba espiando! —protestó, apuntándole con el dedo.

—Me impusieron una misión. —contestó Sai, simple. Naruto lo alcanzó, refunfuñando por lo bajo para que Sasuke y Sakura no escucharan su conversación. —Además, fue divertido.

—Tienes la mente retorcida. —gruñó Naruto.

Tuvieron que pasar por una pradera demasiado extensa para el gusto de los cuatro, estaban demasiado expuestos y los enemigos podrían atacarlos en cualquier momento; es más, Sakura estaba segura de que quizás eso podría ser una trampa. Sai no la escuchó.

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