No hay estrellas que mirar.

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Hubo un instante, donde Sakura y Sasuke pudieron unir sus miradas como antes, admirando la valentía del otro. Y, por breves segundos, sintieron que los músculos de su rostro se alzaban, queriendo forzar la sonrisa reprimida que guardaban. Sasuke se sentía tan aliviado de verla a salvo todavía, parecía un poco sucia y su cabello seguía igual de descuidado que siempre, con las ramillas que Masamune solía poner sobre este. El cuerpo entero del Uchiha por inercia dio un paso a ella, queriendo alcanzarla.

Su cuerpo y mente apenas eran consientes de lo mucho que la extrañó, no solo en ese corto periodo de tiempo desde que ambos partieron de la aldea para nunca volver. Apenas la pudo ver desde que volvió de ese largo viaje de tres años, apenas la pudo tocar, apenas la pudo sentir a su lado antes de perderla por completo. Por Itachi. Por el bastardo que solía arrebatarle todo lo que amaba. No solo quería llevarse a Naruto, también cumplió la promesa de venir por la persona que logró enamorarlo.

—Sasuke. —Sakura dio un paso atrás, notando sus oportunidades de huida. No podía permanecer ahí por más que quisiera, Itachi estaba cerca y eso solo podía significar que Sasuke y este acabarían enfrentándose.

Sasuke quería correr a ella, abrazarla y murmurarle un "te tengo...". Sin embargo, al ver las acciones de Sakura, que sus ojos buscaban la forma más rápida de escapar y que sus pies se moverían lo más rápido que pudieran, detuvo esos pensamientos, entendiendo el mensaje. Comprendía a Sakura, sus acciones y sus motivaciones, pero... ¿en realidad se tenía que alejar tanto?

—Tengo que irme. —dijo ella, volviendo la mirada a él. Sasuke parecía no tener intención de detenerla. —Lo siento.

— ¿Serás feliz si no odio a Itachi? —preguntó Sasuke antes de que ella pudiera marcharse, deteniendo sus movimientos por completo. — ¿Te sentirás feliz si no llevo a cabo mi venganza?

Sakura lo contempló con expresión confundida y preocupada.

— ¿Te sentirás feliz si Itachi se vuelve un buen tipo de pronto, aún cuando sus manos están manchadas de la sangre de todo un clan? —siguió Sasuke, sin darle un descanso a los pensamientos de Sakura. — ¿Alcanzarás la felicidad cuando Naruto se convierta en Hokage? ¿Cuándo mates a todos los Akatsuki excepto a Itachi? ¿Cuándo acaben las guerras?

—Sasuke...

—No, Sakura. —él negó con la cabeza, dando un largo suspiro. —Esas solo son cosas que tú finges que te van a hacer feliz, son cosas con las que mantienes tu mente ocupada, esperando que eso llene el vacío de tú corazón. Te digo un secreto, no lo hará.

La kunoichi apretó los labios, frunciendo las cejas. ¿A qué venía todo eso? ¡Sólo intentaba proteger lo que amaba!

— ¿Por qué me estás diciendo todo esto, Sasuke?

—Porque soy quién mejor te entiende, al igual que Naruto. —cortó Sasuke, sintiendo su enojo. —Yo intenté lo mismo, llené mi cabeza de sentimientos vengativos, no me acerque a nadie, dejé que el odio y la tristeza me consumieran. Sentí que eso podía llenar mi corazón. Luego los conocí a ustedes e intenté llenar ese vacío con su cariño, con nuestra amistad, tampoco funcionó.

Sakura alzó la mirada a él, asombrada de sus palabras. ¿No lo habían llenado...? ¿El cariño que le tenían Naruto y ella a Sasuke, no funcionó para nada?

— ¿De qué hablas? —sentenció Sakura, seria. — ¡Dijiste que no irías con Orochimaru! ¡Qué estabas bien con nosotros!

—Y lo estoy... o al menos lo estaba antes de que te marcharas. —completó Sasuke, indiferente al enojo de Sakura. —Pero, al final del día, el único que puede llenar ese vacío, soy yo.

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