La respuesta

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Sakura se vendó el cuerpo con mucho cuidado, poniéndose dos tablas en los costados para que su cuerpo no tuviera que soportar todo el peso sobre sus costillas. Si bien no estaban rotas, sí fracturadas; miró a un costado de ella, ahí estaban Sasuke y Naruto, dormidos. El primero cayó desmayado no mucho después de que Orochimaru le puso aquella marca en el cuello, y el segundo tampoco parecía tener voluntad de despertar después de ese ataque.

Ella también se sentía débil, quería dormir y despertar en una cama tibia, con el desayuno de su madre esperando por ella en la cocina.

Ni siquiera los entrenamientos de su padre se comparaban con aquello, le dolía cada parte de su cuerpo y a su desgracia fueron atacados antes de siquiera abastecerse de provisiones. Ni siquiera había suficiente agua con ellos, y la poca que tenía era administrada entre sus dos compañeros de equipo para que no fueran a deshidratarse, sobre todo Sasuke que padecía fiebre.

"Perro sin nombre." Sakura recordó que Orochimaru le había llamado así por no pertenecer a un clan con renombre, como Naruto o Sasuke. Es decir, ahora entendía porque su padre le dijo que debía esforzarse mucho más sobre todo en ese equipo, Sasuke era el único Uchiha que quedaba en la villa; y Naruto, era el hijo del cuarto Hokage, aunque él no parecía nunca mencionarlo así que ella tampoco lo hacía, quizás le incomodaba.

¿Dónde ella quedaba entre esos dos? Incluso ahora, no fue ni capaz de proteger a alguno. Si no fuera por Sasuke, ya estaría muerta.

Los grillos comenzaron a cantar, haciendo que prestara más atención a su alrededor, los arboles parecían envolverla en una oscuridad infinita y un ataque de ansiedad comenzó a envolverla.

¡Cálmate Sakura! —se reprochó en voz baja, abrazándose. —Sasuke y Naruto te necesitan más que nunca. No puedes fallarles.

Una pequeña sonrisa se plantó en la kunoichi cuando para despertarse se levantó y quedó del lado de Naruto, dándole agua a él también, con cuidado desató su banda, al igual que había hecho con Sasuke, dejando descansar su cabeza. Naruto siempre le daba el valor que necesitaba, ver a ese pequeño enano luchar tan arduamente le hacía querer ir a la par de él, y nunca jamás dejarlo.

Siempre fue así ahora que lo recordaba. Naruto a pesar de todas sus travesuras nunca lo miró como un menos, solía retarlo a cada cosa extraña, pero ambos con eso sabían que se hacían compañía, que estaban ahí para el otro. Seguro que con Sasuke era lo mismo pese a siempre estar peleando.

—Despierta, Naruto. —murmulló, acariciándole los cabellos.

¡Sakura! ¿Quién te dio ese listón?preguntó un Naruto niño, corriendo a él. Te cubre tu frentesota.

¿¡Cuál frentesota, tarado!?reprochó Sakura, dándole una patada.

Si lo intentas negar es más evidente. comentó él, haciendo un mohín. Además tus patadas no duelen nada, eres todo un debilucho también.

¡Tarado! ¡Largo de aquí, solo viniste a burlarte de mí!

Estoy curioso por ese listón. Ayer cuando jugamos juntos no lo tenías.

Sakura entonces tocó el listón rojo que tenía amarrado en su frente, sonriendo. Yamanaka me lo dio.

¿Esa presumida?contestó Naruto, sorprendido. ¡¿Le hiciste algún favor?!

No, ella es mi amiga.

Sakura despertó de su breve sueño, ni diez minutos pasaron pero fueron suficientes para que volviera a cambiar de posición, buscando despertarse. Tenía que estar al pendiente de todo, además estaba segura que el hambre ya no le permitiría volver a dormir. Podría dejar a ambos por ese momento, buscar alguna comida y volver con ellos, había colocado un montón de trampas a los alrededores por lo que si no se alejaba mucho podría escuchar cuando se activaran y volver rápidamente.

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