SWIMMING IN THE STARS

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El muchacho está cortando zanahorias con una intensidad en la mirada como si intentara intimidarlas, y si bien las zanahorias permanecen inmutables, la gente que rodea al muchacho se ha alejado de él un par de metros.

Paul entra en las cocinas del comedor del colegio como si fuera lo más común y va directo donde esta su amigo; Daryl ha sido castigado de nuevo por estarse peleando en el patio, el castigo es ahora comunitario, como si el profesorado creyera que con eso podían hacerlo cambiar de idea de dejar de defender a los más indefensos agarrándose a golpes con los grandullones que molestaban al primer pato de patio. Rick y Glenn estan testificando a su favor alegando que el moreno había evitado que Bronwen arrastrara a Mitchell a los baños y le sumergiera la cabeza en los inodoros... otra vez, y tres días antes de eso había golpeado a Alexander porque había robado la medicina del asma del chico Doom, y una semana atrás intimidó a Matheus para que dejara de intimidar a la pobre Kath sólo porque se negó a ser su novia.

Pero ese es Daryl Dixon, teniendo que ser siempre el héroe, así se hizo amigo de Rick peleando juntos por alguna injusticia, de Maggie, defendiendo a la niña Beth, de Glenn a quien molestaban (porque sinceramente tiene cara de "patéame"), y del propio Paul (el chico huérfano, novato y homosexual con el que todos se metieron apenas fue cambiado de escuela, seis meses atrás). El moreno no buscaba amigos, defendía y luego alejaba a sus defendidos porque odiaba la gratitud, pocas personas se quedaban orbitando cerca de él. Lo que sí hacía era enemigos.

Para colmo, era un Dixon y parecía que eso tenía una fama consigo, porque los directivos enseguida lo creían el culpable de cualquier pelea.

Tampoco tiene un buen historial, no se malentienda, suspendió diez materias antes de decidirse a abandonar la secundaria poco más de un año atrás, por lo que los servicios escolares fueron a buscarlo y prácticamente lo obligaron a volver, repetir el año anterior y terminar la secundaria sí o sí. El asunto es que ahora tiene dieciocho y es mucho mayor que cualquiera del grado en el que está, considerando que todos en el grupo tienen apenas entre catorce y quince años, como Paul.

—Tienes que dejar de proteger a gente, a ti nadie te protege —masculla colocándose a su lado.

—No necesito que nadie me defienda —espeta el aludido cortando zanahorias.

Jesús canturrea a su lado.

No lo está mirando, mira una postal, pero piensa en que en realidad es el mayor, de todos, quien más necesita que lo protejan, defender a la gente indefensa de bastardos abusadores es su silencioso grito de ayuda, pero nadie lo escucha. No agrega nada a la charla, ha venido a esperar que su amigo termine con esas zanahorias para ir a almorzar los dos juntos.

—Alguien me dejó una postal en mi casillero —cambia de tema—; no dice de quién es, por si te lo preguntas, sólo espero que no sea de una chica...

—Todo el maldito colegio sabe que eres marica, si es de una chica ha de querer que la rechaces como a las otras —masculla Daryl acuchillando las zanahorias—. Su problema, no el tuyo. —Jesús asiente, desde que llegó se le han declarado cinco chicas, a todas las rechazó amablemente explicando que es gay, y fue por ellas que corrió la voz de que le gustan los hombres y trataron de intimidarlo.

—Tara cree que es de un chico —acepta—. La letra no es femenina, quiero decir. —Daryl corta una zanahoria, se lleva un trozo a la boca y mira por primera vez al castaño, una mirada desconcertada en sus ojos—. Sí, joven señor Dixon, aunque no lo creas, sí hay diferencia entre letras de hombres, de mujeres, y luego está la tuya que es una mezcla de elfico y runas antiguas.

—Cierra el hocico, Legolas —bufa Daryl y retoma su trabajo.

Jesús se ríe de eso, el moreno pasa por un terrible estudiante, ahora mismo debe dos materias, pero es un chico interesante, sabe de libros aunque niegue leer, y en el resto de materias su calificación menor es una B+. No es tonto, sólo tiene una vida difícil y pocas ganas de vivirla. Rovia canturrea de nuevo y pasa el resto del tiempo de espera mirando su postal.

DESUS. Daryl y JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora