INTO THE HOME ((2))

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Capítulo 4

Daryl miró la olla que hervía sobre la estufa.

Pronto sería la hora de la comida.

Leah solía bromear diciendo que Daryl había nacido para amo de casa.

El pelinegro gustaba de cocinar y no se quejaba de hacer quehacer,adoraba cuidar a su hija y no se habría quejado de tener un perro o dos. Aunque ya no estaba su esposa, todavía seguía teniendo una casa y una familia a la cual atender, y quedaba claro que Rovia no se iba a poner a cocinar, jamás fue alguien que apreciara pasarse más de veinte minutos en la cocina. Así que el pelinegro se puso a cocinar para tener lista la comida una vez que Jesús y Sarah volvieran de estar jugando en el campo de atrás.

Removió el caldo dándole una probada para comprobar la sal.

La campanilla de la puerto sonó.

Por un segundo, tan sólo por un momento, Daryl tuvo una punzada en el corazón, una vaga esperanza de que su mujer hubiera regresado. Leah se fue sin darle más explicaciones que las obvias, se iría y un día volvería, y ella sabía que Daryl se mudaría a la vieja mansión junto con Sarah y Rovia.

Atravesó el pasillo secundario y cruzó el principal hasta el portón, y abrió. Su vaga esperanza se evaporó.

Zacharias Stteine estaba en el otro lado de la puerta, mirándolo.

—¿Está Paul?

—Salió a jugar con Sarah —respondió Daryl.

—Entonces sí se vino, ¿eh? —De todos los pretendientes del castaño, Zack era el que probablemente le caía peor, peor que Duncan y su aire engreído por ser niño de dinero, peor que Jaden y su insistencia con acostarse con Jesús sólo para divertirse juntos un rato o dos.

—Sí —atajó—, salió a jugar con la niña, pero no debe tardar envolver—, le habría gustado dejarlo fuera, pero el hombre había hecho más de ocho horas de viaje sólo para venir a ver a Paul.

El moreno se apartó a un costado para dejarlo entrar, y lo guió a su lado hacia la cocina donde el caldillo seguía hirviendo: Zack caminó detrás, mirando el sitio y silbando de vez en vez. Paul era un chico popular, con suficiente pretendientes rondándolo allí donde iba. Daryl mismo podía considerarse uno de sus pretendientes, supuso.

Zack se acomodó en la mesa de la cocina, todavía mirando el lugar,probablemente decidiendo si le gustaba ese sitio para Jesús o no; el problema de Zacharias era que se trataba de un tipo auténticamente pesado, Duncan era alzado y Jay no se tomaba en serio a Rovia, pero cuando Jesús marcaba un límite, éstos lo sabían respetar. Zack no, él cada negativa la tomaba como un reto personal. No un mal tipo, pero sí bastante desesperante, el moreno simplemente no se lo tragaba, y sabía que Zack no se lo tragaba a él.

Los dos hombres optaron por ignorarse. Todavía se estaban ignorando cuando la puerta trasera de la cocina se abrió y un parpadeo después entró corriendo Sarah seguida de Rovia. La niña fue directo al baño diciendo algo sobre haber encontrado una rana.

Rovia aclaró que era un sapo. Fue con Daryl poniéndose en puntillas para besarlo.

El moreno lo besó de vuelta, suavemente, frotando un poco sus narices. Ahora que agosto estaba terminando, el clima empezaba a entibiar yantes de darse cuenta estarían entrando en otoño. Paul había querido salir a los campos a jugar con Sarah para aprovechar el buen clima que todavía quedaba. Fuera lo que fuese que hubiesen hecho allá fuera, la niña y el muchacho habían regresado cubiertos de tierra y pasto, Daryl retiró con cuidado una ramita de la barba de Jesús.

DESUS. Daryl y JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora