EL GRAN HOTEL ALEJANDRÍA (3)

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Jorgen Wellerth tenía una amante, las historias de hoteles eran las favoritas de Paul.

Lo suyo con el pelinegro se hizo obvio y formal cuando Jesús le pidió a Carol el contrato por tres años, que era más de lo que había trabajado antes nunca en un mismo lugar, y todos sus nuevos amigos celebraron su decisión de quedarse, pero entonces quedaron con la boca abierta cuando, en una junta con Andrea para seguir con los planes de la boda, Daryl había propuesto a Paul como el host principal, para ser más exactos, había dicho a Andrea, enfrente de todos "Mi chico puede encargarse de eso", así, sin más, y si bien en Alejandría ya se les llamaba novios en broma, cuando corrió el rumor de que era oficial, todos se quedaron con las bocas abiertas... así que Paul recibió la charla obligatoria...

...Maggie lo felicitó, le deseó lo mejor, le encargó al moreno y le advirtió que si hacía sufrir a Daryl, en su vida volvería a conseguir un trabajo en ningún lugar. Rick lo mandó llamar a la oficina, le dijo lo feliz y preocupado que estaba de este nuevo paso de su hermano, y le dijo que odiaría su vida si se atrevía a hacerle daño...

Carol simplemente se lo encontró en el pasillo, le sonrió y le advirtió que amanecería muerto en una de las habitaciones si se le ocurría jugar mal con Daryl Dixon.

Y una vez fue aceptado por la familia, se mudó al dormitorio de Daryl y se unió formalmente al Gran Hotel Alejandría. La decisión de que se mudara fue idea de Paul. Trabajaban todo el día, el moreno más que nadie, y definitivamente prefería que compartieran el dormitorio con tina, y la mudanza lo hizo formal y todos empezaron a hablar. Y siguieron hablando hasta que hubo otra cosa de qué murmurar.

Jorgen Wellerth tenía una amante.

Sucedió la noche del último domingo de marzo. El castaño estaba sirviendo la cena en el gran comedor, donde quedaban unos pocos comensales. Entre ellos, Jorgen, que esa noche cenaba con una atractiva rubia poco menos de diez años más joven que él.

Paul había bajado a las cocinas para llenar la jarra de café, y aprovechó para bromear con el moreno sobre los amantes de esos días que se sacaban tantos años entre sí, y el mayor le dio un golpe en la frente y lo mandó de vuelta arriba. Paul estaba subiendo con la jarra, cuando llegó justo a tiempo para ver venir a una mujer de cuarenta y algo de años, toda vestida de negro, labios rojos, melena castaña... y muy enojada. El hombre se puso pálido apenas verla venir. Sin importarle en dónde estaba, la mujer le gritó que así lo quería encontrar, con su amante en un hotel, luego gritó algo de haberlo estado siguiendo... Pero lo cierto fue que ella se estaba hospedando en el hotel junto a su propio amante en una habitación, cuando vio a su marido y decidió ser la primera en atacar, saldría mejor parada si se ponía a reclamar. Se gritaron, se insultaron, se empujaron, se maldijeron, y la amante entró a la pelea cuando la insultaron.

Paul lo miró todo entre divertido y preocupado. Abraham y Sasha debieron llegar a separarlos y Tara se llevó a la amante lejos de allí.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Jesús no pudo parar de reír.

***

Daryl levantó a Jesús sentándolo en la mesa de su escritorio. Jesús hizo un pequeño sonido de sorpresa, pero sonrió a eso y continuó con el beso, aferrándose a los hombros del moreno sin que aquello pudiera molestarle.

Era sorprendente lo fácil que les estaba resultando todo.

Ninguno de los dos podía comprender cómo podían adaptarse a otro luego de una vida alejándose de las relaciones y las personas.

El pelinegro mordisqueó el labio de Paul, sintió la lengua de Jesús lamiendo su boca pidiendo un permiso... que le tuvo que negar,mordisqueó con más fuerza y se obligó a soltar el beso y separarse, le había dicho a Paul que no viniera a su oficina, estaba trabajando y tenía un trabajo pendiente, sin embargo, simplemente no podía concentrarse con su chico rondando tan de cerca, incluso si habían seguido teniendo el sexo nocturno, ahora con más frecuencia que sólo una vez al mes, todavía sentía que le faltaba tiempo para tocarlo. Una parte de Jesús adoraba molestar al moreno, sacarlo de su zona de confort. Le gustaba empujarlo y coquetearle, pero, sobre de todo, quería conocer a ese hombre y cada una de sus reacciones.

DESUS. Daryl y JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora