DESUS. Daryl y Jesús

SKERRY

VILLA HALLOWEEN

Daryl se mete bajo la regadera empapándose de inmediato. Las duchas del colegio están vacías excepto por él, Rick y Glenn que lo flanquean. No hay división entre las duchas de los muchachos,tampoco las necesitan, el vapor se apodera de la estancia enseguida.

—¿Te dijo que no? —preguntan Rick y Glenn en coro.

El moreno gruñe por todo comentario. No una sorpresa, en realidad.

—Pensé...que te diría que sí —admite Rick, casi ofendido.

—¿Te dijo por qué? —espeta Glenn, sinceramente agraviado. Pero es obvio que su amigo no quiere hablar del tema, nadie puede culparlo: es la primera vez que se le declara a alguien, no una confesión cualquiera, sino que, además, salió de su clóset, y Paul se atrevió a rechazarlo; Glenn es un chico lindo, amable y pacifista, pero por Dios que ahora mismo quiere ir y golpear a Jesús, le dará tres dólares a los chicos de la pizzería para que le escupan a su pizza la próxima vez que pidan una pizza de la dirección de la casa donde vive el muchacho.

—Está bien, estoy bien, no importa —masculla el moreno—; yo sabía que diría que no, ustedes eran los tercos creyendo... en mí, supongo.—Dixon ha estado mirando a Jesús desde hace siete meses, cuando lo mudaron de escuela, y aunque es un chico de naturaleza hostil y recelosa, sus mejores amigos por supuesto que lo notaron.

—Así que —cambia de tema amablemente Rick, porque ahora mismo su amigo tiene que estarlo procesando. Incluso se está duchando—. ¿Paseo de chicos en Villa Halloween?

Glenny el moreno lo miran un largo momento, el pelinegro rueda los ojos y le dice que no, Lori definitivamente tiene que venir, su novia estaba muy animada de que la invitara a esta expedición escolar, suena a que es el peor lugar para tener una cita romántica, pero a la gente le gusta Halloween y Villa Halloween sólo estará abierto hasta el tres de noviembre, luego, a mediados de ese mismo mes se convertirá en Villa Navidad.

—Lori entenderá —razona Rick.

—Nah, tárela, el paquete que consiguió la escuela es especial.

—No quiero llevar pareja y que seas el único soltero —suspira Rick. Este año Villa Halloween ha anunciado que trae un evento especial, y la escuela secundaria consiguió promoción para paquetes de sus alumnos, una especie de campamento para pasar algunos días allí aprendiendo de lo que sea que se supone que tradicionalmente tiene Samhain.

—Yo también estoy soltero —hace un puchero Glenn.

En realidad Rick es el único que tiene novia entre los amigos.

—Ya está —suelta Dixon saliendo de la regadera y enredándose en la toalla—, ve con Lori, yo llevaré a Glenn como mi cita—, Rick reprime una carcajada. Glenn es, probablemente, la cosa más tierna y recto como una flecha, incluso más que Rick, a quien su propia novia le ha preguntado si tiene sentimientos por Daryl porque a veces pareciera que sí. Bueno, Rick y el moreno son los clásicos amigos que en una borrachera se besaron y Glenn no pudo verlos a la cara por dos días completos, y que a veces bromean sobre lo guapo que está el otro o que si no se han casado para los treinta se casarán entre ellos.

Glenn es demasiado inocente para eso.

—¡Sí, eso! —sonríe Glenn—, ¡seré la cita de Daryl y él será mi chico en Villa Halloween! —Cuando Daryl les confesó que se lo diría a Paul, Glenn fue quien lo ayudó a preparar esa declaración, practicaron juntos las mejores poses, los mejores tonos, lo que fuera que hiciera ver menos aterrador a Daryl, y a su vez, Glenn le dio todas las respuestas que podría recibir el pelinegro, desde el «¿Yo... en verdad te gusto? ¡Sí, Daryl, quiero ser tu novio!» más emocionado, hasta el ¿Y tú quién eres?, más patán del que fue capaz.