CANCIÓN DEL SUR

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CAPÍTULO 1: ENCANTO SUREÑO

Georgia no se parece nada a Virginia. Augusta es diametralmente distinta a Richmond.

Es precisamente eso lo que busca, lo que necesita, alejarse, de todo, de todos, incluso de sí mismo. Había terminado con Duncan luego de haber estado hablando durante meses sobre casarse y, de pronto, descubrió que se sentía harto. Ocho años con un mismo hombre, planeando, hablando, bromeando, jugando, riendo, llorando, un mismo hombre con el que supuestamente haría una vida y compartían la misma pasión, la fotografía.

Fue duro. Habían estado planeando una exposición juntos en el Over-5, un sitio hermoso que habían rentado juntos para hacer una exposición, para la cual tenían fecha en los días a principios de febrero, y durante diez días completos.

—Creo que llegó la hora de terminar —había dicho Duncan, después de una breve discusión sobre el tema que querían tratar en su exposición—; quiero decir, seguimos siendo amigos, desde luego, y haremos esa exposición juntos, simplemente... no sé, me queda claro que no tenemos la misma idea sobre el mundo que nos rodea, ¿sabe a lo queme refiero?

—¿Me estás mandando al diablo porque quieres fotografiar ciudades nocturna y yo no?, ¿porque quieres ir a las más hermosas ciudades a fotografiar agente rica y adinerada en poses esculturales; mientras que yo sólo te estoy pidiendo irnos a lo natural y sencillo?—, bueno, había pensado al decirlo, en algo tenía razón Duncan, no veían la vida igual.

Así que terminaron y cada uno cogió su camino con la promesa de reencontrarse en el Over-5 para preparar su exposición fotográfica; ocho años de novios y de pronto Rovia descubrió que había estado acompañando a Duncan por su camino creativo, pero no era lo que él quería ni buscaba. Cuando se conocieron, ambos parecían almas gemelas, un par de hijos de ricos que no les molestaba que sus hijos se dedicaran a la fotografía por amor al arte. Duncan era hijo de la firma Kaiser y Jesús había sido adoptado más de veinte años atrás por el matrimonio Rovia.

Se conocieron en la escuela de arte y tomaron juntos el taller de fotografía. El flechazo había sido instantáneo, pero, ahora que volvía a mirarlo, se daba cuenta que no fue tan genial.

Antes de separarse, eligieron un tema para la exposición: Canción del Norte y Canción del Sur; Duncan viajaría a las más hermosas ciudades de Estados Unidos en el norte del país y fotografiaría la cara y rica vida de los millonarios en lugares apoteósicos llenos de glamour. Jesús eligió un sitio al azar, Talahasee. Cuando el castaño había entrado al taller de fotografías, se había enamorado enseguida delas fotografías al estilo Blincoe, un girasol que nació entre el basurero, un rayo de luz brotando de un mar de nubes grises, un lirio flotando en aguas negras. Sin importarle la fecha, o tal vez escapando de ella, viajó a Talahasee dispuesto a encontrar la belleza sureña, El Sur en pocas palabras, El Sur en unas cuantas imágenes...

Tiene planes de estar allá en los primeros días de enero, debió usar avión, pero quiso encontrar inspiración en el camino, irse llenando del sur, distinguir y disfrutar de cuando el norte se convierte en sur ante sus ojos. Así que condujo hacia allá.

Pero, por supuesto, algo sale mal, porque siempre le pasa, y cuando está pasando lentamente por un carretera congelada, su coche hace un ruido y el foco rojo en su tablero le informa que algo anda mal con el vehículo; Paul mira casi desesperado alrededor, está en mitad de la nada, es 31 de diciembre, no hay nadie en la carretera, no habrá servicio de grúa esa noche... Diablos, ni siquiera está seguro de en dónde está. Entonces, de pronto, distingue luces de algún pueblo a un costado de la carretera principal y gira, rogando al cielo para que su coche logre llegar hasta allá.

No es un pueblo grande y crece, más bien, a orillas de la carretera. Bares, cantinas, tabernas, hoteles, moteles, restaurantes, cafeterías, peluquerías, barberías, lavanderías, gasolineras, tiendas... pero todo está cerrado, por supuesto, son las siete de la tarde del 31 de diciembre, y está nevando, toda la gente está en sus casas, preparando la cena, celebrando, sólo hay unas luces en el motel y de la taberna sale un ruido errático de ebrios gritando.

DESUS. Daryl y JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora