DESUS. Daryl y Jesús

GO AHEAD (APOKALYPSE) -8

Capítulo 17:DEADSIGHT

Hershel era veterinario, había operado a varios animales grandes, y aceptó encargarse de Daryl a falta de alguien mejor, con Lily y Eric asistiéndole. Kal había traído a la enfermería de la escuela una de las máquinas que robaron del hospital y Eugene ayudó a conectarla mientras Hershel pedía la ayuda de su hijo Billy para cortar un trozo más de la varilla antes de empujarla fuera del cuerpo del hombre.

Afuera de la enfermería, un cubículo de pocos metros cuadrados servía de sala de espera. Ocho sillas recargadas contra la pared estaban siendo ocupadas por quienes sólo podían esperar. Era noche cerrada ahora y el clima se desmejoraba.

Michonne miraba con severidad la puerta como si pudiera ver a través de ella, a su lado, Kal todavía se intentaba limpiar la sangre de la cara y las manos. Carol y Billy esperaron juntos en otra de las sillas.

En algún momento apareció corriendo Sam preguntando por su padre, y Kal tuvo que explicarle lo ocurrido y Lissa abrazó a la niña para consolarla.

Amy, de pie mirando un poco asustada, contempló de reojo a Jesús, que se paseaba por el pasillo limpiándose la sangre de las manos como una Lady Macbeth, con tanta furia que Michonne tuvo que ir allá para detenerlo, no querían agujeros en el suelo, intentó bromear; Rovia se frotó la cara y volvió a la sala de espera, miró a la niña Dixon de pie con su pijama que era una camisa grande de su padre con las mangas dobladas en los puños.

Paul fue con ella y la atrajo en un abrazo. La niña se aferró a él con todas sus fuerzas, pero no estaba llorando y, en cambio, le aseguró a Rovia que su papá estaría bien, una tonta varilla no iba a matarlo. Jesús apoyó a la niña con un asentimiento y fueron a sentarse juntos en el suelo cerca del rincón junto a la puerta, esperando, mientras Rick tomaba el lugar de Jesús paseando como león por todo el corredor.

Esperaron hasta pasada por poco de la medianoche, cuando finalmente Hershel salió, cubierto de sangre y limpiándose las manos.

***

Daryl estaba inconsciente.

—No tenemos anestesia, se desmayó apenas sacamos la varilla —les dijo el anciano.

Se había desmayado y no volvió a despertar. Tampoco podían saber cuánto tiempo permanecería inconsciente o si no despertaría.

Esperarían veinticuatro horas, les dijo, para asegurarse de que no hubiera infección por la varilla. Cuarenta y ocho horas, según Eugene, para saber si sus defensas bajaban y se transformaba o se moría en un intento de transformación.

Si superaba las treinta y seis horas podían decir que sobrevivió, y entonces deberían mantenerlo en reposo absoluto un mes. La varilla había dañado la caja torácica y un poco la boca del estómago, nada grave con respecto a eso, aunque hubo que reforzar un trozo inferior del pulmón izquierdo. Por suerte las costillas habían hecho su trabajo, en general, si evolucionaba bien no tendría problemas respiratorios ni necesitaría un ventilador, aunque por el momento sí lo estaba usando.

Hershel le explicó todo eso a Rovia, en privado, dejándole al joven el trabajo de encontrar el modo de contárselo a Sam. Jesús volvió con la niña a la sala esperando saber si podía entrar a ver a su papá, se hincó frente a ella y le dijo que Daryl estaba inconsciente, así mejor para que no le doliera la operación, de todos modos necesitaban esperar tres días para ver que estuviera completamente bien.

Sammantha asintió. Miró sus pies descalzos con semblante resignado y luego, frunciendo el ceño como Daryl, le pidió que no abandonara a su papá. Daryl le había explicado que Jesús no la odiaba, de hecho la quería tanto que no podía verla sufrir algo como a Sofía, no lo suficiente como para quedarse a cuidarla, pero ese tipo de amor sólo lo necesitaba de su papá, y la niña comprendió que fue miedo, no odio, y por eso quiso aprender a cuidarse sola.