DESUS. Daryl y Jesús

SADENESS (2)

Capítulo 2: Hasta la saciedad

Un mes después. 

Junio está terminando y queda poco más de un mes y medio para la boda, cuando Jesús conoce finalmente la casa de Dixon. Llega hacia el mediodía para acompañar al pelinegro en la visita del hombre que arregla la mesa de regalos. Ha pasado un mes entero desde que Jesús se dio cuenta de esto, lo que sea que esté siendo esto. Estableció una extraordinaria rutina con el moreno. La mayoría de veces son charlas de mensajes que comienza el pelinegro porque, de hecho, pasa demasiado tiempo en su casa aburrido, los lunes y jueves Daryl pasa a recoger a Paul a su trabajo por la noche para llevarlo a su casa donde se quedan algunos minutos en silencio en la calle compartiendo un cigarro, y los fines de semana son para Negan y para Alex, también comienzan a verse los lunes en la mañana para desayunar juntos en cualquier café familiar y los viernes por la mañana van a dar paseos matutinos a donde sea que quieran ir.

Una sola vez han cruzado la línea. Un jueves en que Daryl llevó a casa a Paul, al despedirse, Jesússe abrazó a Dixon como cada vez, y al separarse se puso de puntillas y lo besó en la comisura de la boca, no un beso real, pero duró tanto que la nariz de Paul se frotó contra la mejilla y por el cuello mientras las manos del moreno se apretaban con fuerza a sus caderas; se separaron porque un carro pasó tras de ellos pitando el cláxon.

En ese mes se han conocido un poco mas, un poco mejor. El pelinegro sabe que Jesús creció entre orfanatos y casas grupales, y Paul sabe que la vida de Dixon no fue fácil siendo el hijo de su padre, el moreno empezó a ser golpeado desde antes de los siete y las golpizas empeoraron a los nueve con la muerte de su madre; el mayor habló de cicatrices que Rovia no ha visto, pero puede sentir cuando en el abrazo se aferra a su espalda y la acaricia. El mayor sabe que el castaño conoció a Alex luego de una buena lista de novios y han sido amigos por suficiente tiempo como para que pueda creer que esto es lo más formal que ha tenido o tendrá, y Jesús sabe que el prometido de Daryl ha sido algo parecido a un mecenas y un salvador.

"Sacó a Merle de la cárcel y le dio trabajo, pagó algunas deudas en que me metí cuando mi padre enfermó y está ayudando con el tratamiento de mi Pa'. Y el maldito fue insistente para que le diera el sí", le escribió cierta vez. Pero el maltrato infantil y su relación con Negan son de las cosas que Daryl no parece querer hablar de más.

Daryl sabe que Paul ve poco a su novio debido a la diferencia de horarios que esperan poder solucionar en menos de un año cuando Alex pueda organizar sus propios horarios y no acatar los que le mandan, probablemente competir por una base y un mejor salario en un año o dos. Jesús sabe que el pelinegro vive y pasa buen tiempo con su futuro esposo, con todo, Negan tiene siempre una agenda ocupada llena de compromisos casi improvisados que adaptan y adaptan y adaptan los intentos de planes del pelinegro y que, además, el hombre odia a los amigos de Negan, pero tiene que tolerar porque al hombre le gusta invitarlos a desayunar los sábados y tiene que ir con Negan y sus amigos a beber los domingos.

En ese último mes, Daryl también ha comenzado una nueva costumbre. Cada tanto va a desayunar o comer con alguno de sus amigos, a menudo Glenn, para que no se vea o sienta extraño que también tenga salidas con Jesús. Y el castaño odia eso, no ser especial, pero puede comprenderlo.

Esa tarde aparece en la dirección que Daryl le mandó la tarde anterior. Es un lunes por la mañana con un sol dorado y radiante, junio en su esplendor ahogando de calor a las personas, pero en el viento huele la lluvia que amenaza con caer; el número 3-C de la 766 resulta ser una enorme casona estilo modernista con alta paredes forradas de madera pulida y escaleras que suben a un portón abierto atravesando unas hermosas rejas negras. En la puerta lo atiende una sirvienta que lo hace pasar informándole que el amo Dixon lo espera en la sala principal, y Jesús se deja conducir por un corredor amplio y alto de paredes y piso de madera sin adornos ni muebles y con unas cuantas pequeñas ventanas para iluminar. La sala principal es un salón pequeño y comodón, con muebles modernos y un par de ventanas de buen tamaño, donde el moreno yace sentado mirando unas fotografías.