ORDINATIO NUPTIAS (4)

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CAPÍTULO 6: Divorcio

Lo que Gregory quería era molestar. A Daryl no le quedó duda. El anciano líder de Hilltop le había dicho que necesitaba despejada la zona oeste de Hilltop por algo de sacos con tierras que se negó a especificar porque no tenía sentido darle explicaciones, él era el líder de la comunidad y no necesitaba dar razones a nadie de sus decisiones.

Limpiar el área de Caminantes a cambio de comida era el trato con Alejandría, pero Gregory no quería esperar hasta que su gente volviera a recogerlo al mes siguiente, por lo que decidió que Dixon era el alejandrino que se debería encargar de eso de manera urgente.

Cuando Jesús se enteró que Daryl había salido solo a El Carmen para limpiarlo de Caminantes sólo porque Gregory creía que los Caminantes se podían acercar demasiado a los invernaderos si curiosamente cambiaban de rumbo al sur en una vuelta de 180 grados, o venir a Hilltop subiendo por la colina a través del bosque y la vieja empalizada, Jesús llamó a Kal y Craig para que lo acompañaran a ayudar al pelinegro en la limpieza, eran los mejores guardias de Hilltop y, aunque no precisamente diestros, seguían siendo lo mejor que tenían contra los Caminantes. Sin embargo, mientras preparaban armas y caballos, Gregory, Theo y Clause los detuvieron.

—¿A dónde creesque vas? —preguntó Gregory, irritante.

—Al Carmen a limpiar Caminntes.

—Ese es trabajo de los alejandrinos, tú eres un colono —bufó Theo.

—Alejandrinos, en plural, mandar a Daryl solo es ponerlo en riesgo.

—Si vas allá estarás haciendo que se rompa el trato y me veré en la obligación de romper el contrato.

—Haz lo que teplazca —gruñó Paul subiendo al caballo.

—¡Piensa en la comunidad, maldita sea! —gruñó el cascarrabias y viejo Clause.

—Si rompemos el trato no tendremos quién quite a los caminantes... —empezó Gregory.

—Si le pasa algo a Daryl tampoco tendrás nada, y sí que vendrá Rick con su gente y sus armas —contuvo un momento al caballo—. Y yo personalmente les abriré las puertas y los llevaré ante ti. —sacudió las riendas y echó a cabalgar. El moreno había hecho en pocos minutos aquél recorrido hasta El Carmen en su motocicleta, pero a Rovia, Kal yCraig les tardó media hora entera.

Cuando llegaron notaron que había medio centenar de Caminantes rondando la zona, gruñendo, chocando entre ellos, una decena de cuerpos sin vida habían sido apartados entre los matorrales altos.

Jesús buscó con la mirada desesperadamente al moreno, hasta que lo distinguió avanzando en los límites del bosque, iba cubierto de porquería de Caminante y parecía estar armando una especie de red o trampilla para zorros, pero del tamaño de cinco personas; comprendió que pretendía ir empujando allí poco a poco a los Caminantes para matarlos uno a uno, enredarlos, acuchillarlos, apartarlos y juntar más. Con la gran cantidad de muertos que eran, sería un trabajo de todo el día, tal vez incluso la noche, pero si se hacía bien no habría demasiado riesgo. Paul se apeó del caballo y ordenó a Kal y Craig que mataran a los Caminantes que se acercaban a ellos al verlos; Jesús estaba por ensuciarse con la porquería para ir allá a ayudar al moreno, cuando el silencio del lugar acentuado por los gruñidos, fue interrumpido por un sonido hueco y metálico que dio un golpe en el aire seguido de un grito ahogado de su esposo.

Seis segundos después, Paul estaba corriendo pasando por ente los muertos hacia donde había visto al moreno, golpeando a los Caminantes que se acercaban mucho a él como para detenerlo. Y pateando a los que se habían empezado a acumular contra la red que el hombre apenas había conseguido amarrar, lo que le salvó de que el montón de muertos le cayera encima tras escucharlo gritar.

DESUS. Daryl y JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora