DESUS. Daryl y Jesús

LUNA Y PLATA

Capítulo 1:

La luna es buena para tres cosas: el asesinato, el apareamiento y los secretos.

Desde el sitio donde se mantiene oculto, el lobo negro de ojos intensos mira a la manada.

Una pequeña hoguera brilla al centro de la hondonada.

Hay demasiados desconocidos, demasiada gente extraña.

Daryl cuida, vigila, asecha; él y su manada han pasado por mucho y no quiere que esto sea una trampa. Los licántropos han existido desde siempre, vivido entre la gente, la guerra por la supremacía había terminado con tratados de paz, de lo contrario los hombres lobo habrían acabado con los seres humanos, y nunca se trató de eso, nunca. Pero hace dos años subió este gobernador de los hombres, como sea que se llame (Daryl es apolítico y jamás escuchó sus discursos) que tomando la presidencia declaró de nuevo la guerra e instruyó a la gente a cazar a los licántropos como si fueran monstruos.

Los hombres lobo nunca fueron muchos, cuando un lobo te muerde a menudo te mata para comerte, si no te mata es probable que su enfermedad te aniquile porque no cualquiera soporta la mordida, y sólo unos pocos se transforman, los más fuertes, los más aptos; la cacería que empezó el gobierno creó una masacre, Daryl está seguro de que incluso están muriendo lobos y personas inocentes. Georgia está llena de cazadores y todos los cazadores se creyeron de pronto cazamonstruos, de un día al otro había docenas de locos con armas disparando a todas partes.

Daryl huyó, porque en Augusta todos sabían de él y de Merle. Su hermano no lo logró, y el pelinegro vagó solo hasta que encontró un pequeño grupo revuelto de lobos con sus familias que se escondían en el bosque, había niños y mujeres, así que se unió a ellos sólo por tener la espalda tapada. A ese pequeño grupo asustado y muerto de miedo llegó un día Rick Grimes, un alfa de casta con su familia, tomó el control y se los llevó más lejos, más a salvo, siempre escapando de la gente y los cazadores, vagando se enteraron que en el este de Virginia había atacado una manada de lobos, una veintena de lobos entraron por la noche a los pueblos, destazaron gente, mataron a todos por igual, y se apoderaron del paraje en muchas y muchas hectáreas, y esta manada de Salvadores, aulló al cielo anunciando que recibirían a todos los lobos que llegaran con ellos, todas las manada invitadas, juntar el poder de los hombres lobo para protegerse juntos y luego, quizá, demostrarle al ser humano por qué son la presa aunque se quieran creer el depredador; el moreno está seriamente de acuerdo con eso, Rick no, pero todavía necesitaba un sitio seguro para su nueva manada, así que los llevó.

Entraron al territorio en un grupo compacto y salvaje que fue recibido en uno de los pueblos conquistados, Alejandría, ahí la mayoría eran simples personas que, sin embargo, tenían algún familiar licántropo o simplemente estaban en contra de las políticas de cacería. La jefa, Deana, tenía un trato con Negan porque sus dos hijos habían sido convertidos y no quería que nadie los matara, allí también estaba un matrimonio con Aarón que era un lobo y Eric, su esposo, con su agradable historia de romance en un callejón escabroso donde Aarón lo atacó una noche y pensó que moriría, pero lo dejó ir y al otro día Aarón lo fue a buscar y le dijo que lo dejó vivo porque era demasiado lindo y quería una cita. Denis era una chiquilla que estaba empezando a estudiar medicina con especialidad en licantropía, pero con la cacería cerraron su escuela y ella se mudó a buscar las comunas que ya se formaban de hombres lobo. A Daryl le gustaba esa chica tanto como a Tara, que apenas verla se volvió un cachorro juguetón para ella.

Habían estado por más de un mes en Alejandría, pero finalmente llegó la hora de conocer a las otras comunidades... y al anfitrión.

Desde su rincón oscuro, el lobo negro miró a la manada de Hilltop, en la cima de una colina, eran apenas una decena de ellos, lobos granjeros, los llamaría Merle, o «perros pastores», no de ataque ni de defensa, más bien el tipo de hombres lobo que había intentado desesperadamente pasar por gente común y corriente y se compraron granjas donde poder estar lejos de la vista. La manada de El Reino eran otra decena, había de todo, pero principalmente lobos de circo, grandes, fuertes, poderosos y tranquilos, inútiles para una guerra contra cazadores de lobos.