SUNDOWN

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MALACOPA

Cuando Maggie me llamó llorando para contarme lo que le pasaba a Hershel, no dudé ni un segundo en coger mis cosas y volar a Georgia para ayudar a la que consideraba mi mejor amiga, prácticamente una hermana; los problemas con el alcohol no era nuevos para mí, había escuchado de las borracheras de Hershel desde que conocí a Maggie cuando ella y sus amigas vinieron de vacaciones a Virginia, y mi novio trabajaba como enfermero en una clínica de rehabilitación. El asunto era que desde la muerte de su esposa, Hershel sólo había ido empeorando hasta que su ebriedad lo llevó a tener un accidente en el tractor y hubo que amputarle un pie.

Maggie estaba destrozada cuando me lo contó todo.

Va a matarse un día o va a matarnos a alguien,sus palabras envueltas en lágrimas de frustración. Por suerte, el que no tuviera un pie lo tendría en reposo por una temporada y nadie le llevaría licor a la cama.

Mirarse sin pie también fue un momento de revelación para Hershel, quien finalmente aceptó que tenía un problema y necesitaba ayuda; fue allí donde decidí entrar en la jugada y volé a Georgia para servir de padrino al viejo granjero.

Un alcohólico en recuperación pasa por la desintoxicación, y no es un periodo agradable. Alguien debe estar sobre de ellos prácticamente todo el tiempo y en las granjas todo el mundo tiene siempre que estar haciendo algo, nadie podía estar tras de Hershel 24 / 7.

Así, pues, luego de un vuelo de muchas horas hasta Atlanta y un taxi queme llevó por la carretera hasta el pueblo de Summerville y seguimos hasta las afueras del mismo donde se alzaban las granjas, llegué ala Granja Green cuando el reloj marcaba apenas pasadas de las nueve de la mañana.

En mi cabeza, había llegado temprano para poder sentarme a charlar con todos.

Había llevado todos los folletos e información que Alex me facilitó, sin embargo, resulta que las nueve de la mañana ya es una hora tardía en las granjas y para cuando llegué, el sitio era un ajetreo de actividades.

Me quedé fascinado por un momento mirando anule páramo verde de no menos de una hectárea de tierras para la siembra y corrales para los animales. Una veintena de hombres trabajaban repartidos por todas partes. Patty me atendió a la puerta de la casa familiar, una mujer que rondaba los cincuenta y pocos años, hermana de Hershel, la mujer sabía que yo llegaría en cualquier momento de la mañana y me estaba esperando. Sonrió al mirarme ver boquiabierto aquél paisaje y me dijo que junio y julio eran épocas de siembra, así que toda la familia y algunos muchachos que contrataban como jornaleros, se pasaban el día entero sembrando y nutriendo las tierras. Por no mencionar que había que cuidar a los animales, ejercitar a los caballos y Otis (el otro hermano de Hershel) salía a cazar de vez en cuando. Me volví hacia la mujer un poco avergonzado y le dije la verdad, nunca había estado en una granja y todo lo que me describía Maggie nunca llegué realmente a imaginarlo.

Patty me sonrió con cariño maternal y me llevó dentro de la casa con mis dos maletas. En la sala finalmente fui presentado con Hershel; el anciano tenía el muñón vendado y miraba desinteresado un viejo televisor, mi presencia, sin embargo, pareció animarlo un poco,aunque no demasiado, se quejó del dolor en la pierna fantasma y lo bien que estaba sobrellevando la sobriedad mientras los medicamentos lo mantenían un poco drogado.

—Pues no estarás medicado para siempre —se quejó Patty con acritud—, y en cambio sí que estarás cojo el resto de tu vida.

—Mi cruz —dijo Hershel simplemente.

Patty bufó.

No era sólo su cruz, ahora era la cruz de todos, le reclamó. Él debería estar allá afuera ayudando con las tierras, pero nunca más volvería a trabajar para sacar adelante la granja, ¿por qué?, por borracho; si no fuera por Dixon, la maldita granja se habría caído en pedazos mientras toda la familia estaba lidiando con su ebriedad y luego su chiste de caerse del tractor y perder la pierna: Patty casi lloró al decirle que le habría hecho menos daño a la familia muriéndose que emborrachándose; luego dijo algo más sobre su padre y lo mucho que se parecía Hershel a él, y algo más sobre la pobre Beth que no paraba de llorar cada vez que lo veía sin pie; sus hijas acababan de perder a su madre algo más de seis meses atrás y ahora por poco perdían a su padre, Maggie estaba más que enojada con Hershel y Grace estaba suficientemente embarazada como para tener que lidiar con sustos como lo del tractor.

DESUS. Daryl y JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora