CONSIGNMENT TO LIMBO (2)

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El moreno no va a trabajar, le duele demasiado el golpe en la cabeza, pero tampoco va al doctor, se limita a llamar a Dale explicándole que tiene migraña y no puede ir a las bodegas, y el viejo Corvat promete avisarle a Negan también.

Se están en la cama estirando el tiempo lo más que pueden.

Cómodos entre las cobijas hasta las ocho, hasta que Paul no soporta más y se levanta para ir a orinar mientras el pelinegro va a la cocina para preparar el desayuno. Comen tranquilos, mirando la televisión en el comedor en un programa sobre fenómenos siniestros que Jesús se encuentra por casualidad y decide mirar como si en él pudiera encontrar alguna respuesta. Daryl lo deja, aunque no sin quejarse de estarle dando demasiada importancia al tema.

—¿Demasiada? —se queja Rovia—, ¿en verdad te lo parece? ¡Casi te mata!

—No estuve ni cerca de matarme —bufa el moreno, pero, una vez más, si eso calma a Rovia y lo entretiene, lo deja. Y lo deja mientras lava los trastes y hace el quehacer. Se toma un par de aspirinas para el dolor y continúa el día lavando ropa y planeando la comida.

Es poco antes del mediodía cuando alguien llama a la puerta.

Las visitas no son poco comunes considerando que la gente sabe que Jesús está en casa, aunque la mayoría se tomaría la molestia de avisar antes de aparecer de la nada, pero no Alex, mismo que mira con asombro al moreno cuando éste abre la puerta y le hace sólo un gesto con la cabeza para que entren. Porque, por supuesto, no viene solo, Wes lo acompaña. El moreno trata poco a Alexis, se llevan bien, si puede decirse, es un ex de Paul y nunca fue idiota con él, terminaron porque le puso los cuernos a Paul con Wes, pero fue culpa de Jesús, que por alguna razón simplemente se aburrió de él y ni siquiera intentó mostrarse entusiasmado hacia sus últimas citas, a veces incluso ponía esa cara de aburrimiento e ignoraba tajantemente a Alex por el teléfono móvil, y cuando supo de la traición, cuando se lo contó al pelinegro, sólo se encogió de hombros, el por qué no se terminaron antes mutuamente, siempre sería un misterio para el moreno.

Ambas visitas entran y van directo a la sala donde Jesús continúa mirando su saga de programas paranormales, donde ahora hay una especie de especialista hablando de fantasmas en un programa llamado Siniestro.

A Alex le sorprende el programa que mira su ex tanto como la presencia del pelinegro en la casa, incluso bromea al respecto, pero Wes enseguida está interesado en el programa explicando algo que dijo el especialista porque, al parecer, Wes sabe de esos temas, y es eso lo que consique que Jesús note a sus visitas.

Paul está sentad oen un sofá con la pierna enyesada sobre la mesa de centro, una soda en las manos y una libreta cerca donde ha estado anotando cosas los últimos cuarenta y cuatro minutos. Abraza a Alex cuando éste se inclina a saludarlo y estrecha la mano de Wes con buen ánimo.

Poco interesado en el programa, como Daryl, Alex prefiere preguntar sobre la presencia del mismo en la casa a esas horas del día y entre semana. Daryl le explica que se está quedando para ayudar y vigilar a Paul mientras tiene el pie enyesado, y desde su asiento, Rovia explica que no es momentáneo, en realidad el moreno va a mudarse al departamento. Alex masculla algo sobre no estar sorprendido, el cuarto de invitados en realidad siempre ha sido el dormitorio de Dixon, así que será oficial que no pueda tener invitados. Pero los dos anfitriones sacuden la cabeza y mascullan antropelladamente, juntos, que en realidad se convertirá en cuarto para visitas, de modo oficial, porque... bueno, Daryl se quedará con Paul en el dormitorio principal. Eso sí que sorprende a la pareja recién llegada, y preguntan con buenas sonrisas si finalmente son novios.

Daryl frunce el ceño, porque odia cómo suena eso, y espeta que van a casarse, entonces se forma un silencio atónito y el rostro que pone el enfermero hace que el castaño suelte la carcajada.

DESUS. Daryl y JesúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora