1 vs 9

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Una de las cabezas sonreía con malicia, mientras esperaba que el polvo se despejara y mostrara el cadáver de su presa. Otra estaba salivando, deseando devorar un manjar exquisito, pues estaba harta de insectos. Una tercera parecía decepcionada, por haber sido demasiado fácil, incluso bostezaba.

–Sin duda, le he dado yo– presumía una cuarta.

–¿¡Pero qué dices!? ¡Mi disparo iba mejor!– la contradijo la quinta.

–Sin mi idea de atacar por sorpresa, daría igual quien tenga más puntería– aseguraba la sexta.

La séptima suspiraba y negaba con la cabeza, es decir, con toda ella. Se sentía superior a sus "infantiles" hermanas.

–¿Estáis seguras de que le hemos dado? No sé... La explosión...– dudó la octava.

–Siempre tan paranoica...– desdeñó la novena.

Cuando el polvo empezó a desaparecer, todas miraron hacia el mismo lugar, incrédulas. Para su sorpresa, el cuerpo no estaba.

–¡Maldita sea! ¡Habéis quemado la comida!– protestó la segunda.

–No puede ser, he controlado mi poder– aseguró la quinta.

–¡Yo no he sido!– se defendió la cuarta.

–Aquí hay algo raro– dudó la primera.

–Qui... Quizás deberíamos volver al agua– sugirió la octava.

–En serio, ¿de qué tienes miedo? Sólo era una presa debilucha– la regañó como siempre la novena.

La tercera y la séptima se miraron, pensando que había algo raro allí.

–¡Habéis estropeado mi plan!– se enfadó la sexta.

Estuvieron discutiendo un rato, hasta que al final decidieron volver a su refugio en el fondo del lago subterráneo. Aquella excursión de caza había resultado un desastre. Lo que no esperaban era que no pudieran. Una densa red de hilos de adamantino se lo impidió.

Gjaki había trabajado oculta en Oscuridad, rodeando al enorme y poderoso monstruo con sus hilos. Quería impedir que pudiera huir, por lo que había colocado cuantos había podido. Sólo había parado cuando éste se había querido retirar.

Red Mortal había sido el último paso, para estrechar los hilos y atrapar a la hidra. Aunque no usó Cordel Letal para afilarlos, ya que eso les haría perder parte de su ahora función más importante, retenerla.

Salió de Oscuridad para poderse mover más rápido. Combinó Sangre a los pies, su agilidad e incluso Escalar para trepar por el enorme cuerpo, y llegar hasta la base de los enormes cuellos.

–¡Allí! ¡Está viva!– exclamó la octava mientras tanto.

–¡La voy a incinerar!– amenazó la cuarta.

–¡Me vas a dar a mí!– la detuvo la quinta, enrollándose a la anterior.

–¡Dejadme a mí!– se ofreció la segunda, mientras se lanzaba hacia la vampiresa con la boca abierta.

Gjaki la esquivó con facilidad. Los dientes eran afilados y peligrosos, pero el movimiento del cuello demasiado fácil de predecir.

–¡Ay! ¡¿Qué haces?!– se quejó la tercera.

El dolor en los cuellos y cabeza lo sentían cada una individualmente, pero el del cuerpo lo sentían todas. Y la segunda cabeza había golpeado con fuerza contra éste. Varias la miraban, molestas, ignorando a su presa, convencidas de que no era un peligro para ellas. Hasta que se oyó un terrible alarido, el de la novena.

Gjaki había llegado hasta ésta y clavado ambas dagas hasta el fondo, con la ayuda de Puñalada Trasera. Extensión Sanguínea había aumentado el efecto de la herida, mientras que Toque Tenebroso y Toque de Sangre aportaban su parte.

Inmediatamente, se puso a correr alrededor, sin desclavar las dagas, formando un sangriento círculo que rodeaba la base del cuello. Quizás no era muy profundo comparado con el tamaño del cuello, pero el uso continuo de Extensión Sanguínea estaba ampliando cada vez más el daño. Además, Perturbar hacía su efecto en la novena cabeza, impidiéndole reaccionar con rapidez.

Todas las cabezas miraron atemorizadas a su supuesta presa. No sólo era extremadamente ágil y agresiva, sino que Disimular había perdido su efecto, exponiendo que, en lugar de una presa, era un enemigo letalmente peligroso. Lo peor de todo era que había varias de ellas.

Intentaron morderlas e incluso dispararles sus Bolas de Fuego. Las cabezas que intentaron lo primero descubrieron que eran ilusiones. Las que intentaron lo segundo no estaban seguras, pero sí sintieron el dolor que se estaban ocasionando a sí misma.

–¿Qué haces?

–¡Espera!

–¡Déjame a mí!

–¡No dispares!

–¿¡No veis que son ilusiones!?

–¿Dónde está la verdadera?

–¡A... Ayuda!– pidió aterrada la novena.

Todas se volvieron hacia ella. Era evidente la sangre que brotaba de la herida circular. Para hacerlo peor, el agua a su alrededor había sido Contaminada, lo que las debilitaba continuamente.

Gjaki no dudó en morder la cabeza malherida, usando Ñam Sangre y Ñam Energía para recuperar sus existencias. Además, gracias a Si es líquida es sangre, había podido aprovechar para rellenar su reserva de sangre. Incluso había ejecutado Excedente para tener una cantidad extra.

Sin que las cabezas se atrevieran a atacar por temor a dañar a la otra, Gjaki pudo con facilidad acabar de rodearla, inmune a los intentos de desequilibrarla con el movimiento del enorme cuerpo.

Se lanzó entonces hacia atrás, agarrada a un puñado de hilos que había ido colocando en la herida. Usó Cordel Letal sobre estos y Rotación Letal. En el juego, sólo podía usar esta última habilidad sobre el látigo, pero la había estado probando con hilos, y funcionaba.

Se apoyó entonces firmemente en el cuerpo de la hidra, e hizo toda la fuerza de la que era capaz con los pies, para impulsarse hacia atrás. Para ello, sumó Sangre a los Pies, Sobrecarga Sanguínea y Presión Sanguínea. A eso le añadió Estirar, una habilidad existente en una de las pociones de sangre que había tomado previamente, y que ejecutó a través de Asimilación Física.

El terror era visible en los ocho pares de ojos cuando vieron desprenderse y caer el largo cuello que había sido separado del cuerpo. Todas tragaron saliva. En aquel momento, entendieron hasta qué punto estaban en peligro.

Aunque el terror no las paralizó. También había rabia y odio hacia la supuesta presa que había cortado una de las cabezas. Quizás fuera un tanto borde, pero era una de ellas.

Ignorando su miedo, todas miraron fijamente a la vampiresa, ejecutando así una peligrosa habilidad. Aunque ahora era una novena parte más débil, seguía siendo terrible.

Regreso a Jorgaldur Tomo III: guerrera de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora