El Bosque de la Muerte (III)

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Había acabado con otros tres esqueletos y un zombi, pero el maná se le estaba agotando, por lo que pronto perdería la protección de Oscuridad.

–Hora de comprobar si realmente puedo hacerlo– se animó.

Tenía cierta aprensión, cierto temor, pero sobre todo, expectación. Se había estado conteniendo para no empezar así directamente, para aprovechar y ganar algunos niveles desde la seguridad de la roca, pero ya no tenía más remedio que actuar. Una sonrisa que mostraba dos colmillos se mostró en su rostro.

Todos lo nomuertos presentes se volvieron hacia ella en cuanto deshizo el hechizo. Es cierto que podría haberse quedado un rato más sobre la piedra mientras intentaban alcanzarla, pero estaba ansiosa por probar sus habilidades, por probarse a sí misma.

Eligió un zombi y saltó hacia él. Sentía la adrenalina recorrer su cuerpo al esquivar el golpe de un esqueleto con gran facilidad. Si bien eran más rápidos que los zombis, tampoco era que fueran tremendamente ágiles, y más si había que compararlos con Gjaki.

Tras agachar la cabeza y pasar junto al esqueleto, rodeó al zombi, usando una vez más Oscuridad por un momento para que la perdieran de vista y poder ejecutar Puñalada Trasera. En nivel 5, ya tenía suficiente energía para usarla.

El zombi era tres niveles más, por lo que el agujero creado no fue definitivo, pero eso no mermó el entusiasmo de la vampiresa. Usando ambas dagas, empezó a hacer cortes en su enemigo, esquivando sus torpes ataques, dejando que Toque Tenebroso fuera corroyéndolo.

Se acercaba, cortaba y esquivaba, y se alejaba, atrayendo a los otros nomuertos. A veces daba una vuelta sobre el tronco de un árbol para que la siguieran y poder alcanzar a su presa por detrás.

Es cierto que hubiera sido más fácil empezar con alguno de los esqueletos de menor nivel, pero no hubiera sido un desafío. Ni tan divertido.

Resultaba apasionante mover su cuerpo con aquella agilidad, dominar el campo de batalla, esquivar y atacar a seres teóricamente más fuertes que ellas. No era una sensación nueva, la había sentido de alguna forma en el juego, pero ahora era más vívida, más estimulante

Cuando finalmente consiguió abatir a su oponente, sonrió. No sólo había logrado su objetivo, sino que había vuelto a subir de nivel. Ahora, en 7, sus enemigos resultaban un poco menos amenazadores.

Decidió entonces probar Sobrecarga Sanguínea. De repente, se sintió más alerta, más fuerte, más rápida, más feroz. Sin pensárselo, se dirigió al esqueleto más cercano, saltando sobre él, girándose en el aire y golpeándolo con las piernas. Su calavera saltó y fue a parar a unos metros, claramente dañada, aunque no estaba completamente derrotado. De hecho, su cuerpo fue en esa dirección a recogerla.

La vampiresa puso el pie para hacerle la zancadilla, mientras que con el látigo atacaba a otro y se agachaba para esquivar a un tercero, al que le dio una fuerte patada que lo hizo caer.

Inmediatamente, se impulsó hacia la calavera suelta, dejando un instante el látigo en el suelo para coger un martillo con ambas manos y arremeter contra ésta.

No poseía ninguna habilidad de martillo, pero su afinidad estaba en 10, y era extremadamente efectivo para machacar una calavera que no podía moverse. En cuanto lo hizo, el resto del esqueleto perdió su cohesión, los huesos cayendo al suelo y ella ganando algo de experiencia.

No se detuvo allí, sino que guardó el martillo, agarró el látigo de nuevo, y volvió a atacar a uno de los que se estaban acercando. Podía verse un agujero que se expandía en su calavera por la corrosión, mostrando que ya había sido atacado antes.

Usó Agarrar para rodear dicha calavera con el látigo y se deslizó entre sus piernas, para justo después levantarse y atraer bruscamente el arma hacia sí misma. El esqueleto cayó estrepitosamente, al pretender su cabeza querer pasar bajo sus propios pies por culpa del látigo. También golpeó a otro cercano que se acababa de levantar.

Ni mucho menos se detuvo Gjaki allí, sino que, sin soltar a su presa, movió violentamente el látigo para lanzar lo que quedaba del esqueleto contra el otro, haciéndolos chocar, y acabando así con el que tenía Agarrado.

Hizo que el látigo se soltara y se movió hacia un lado, alejándose de otros tres esqueletos y un zombi que se acercaban por el otro lado.

–Ja, ja, esto es increíble– reía sobrexcitada.

Remató entonces al tercer esqueleto y buscó a su siguiente víctima, cuando, de repente, el efecto embriagador de Sobrecarga Sanguínea finalizó. Había llenado su reserva cuando era nivel 2, lo que hacía que fuera mucho menor a la actual. La habilidad había consumido la que le quedaba.

Se sintió ligeramente cansada, además de pensar con algo más de claridad.

–Quizás me he pasado. El efecto es adictivo. Es increíble– se dijo.

Decidió volver a subir al árbol para descansar un instante y comprobar que no hubiera efectos secundarios, además de rellenar su reserva de sangre. No tenía mucha de niveles inferiores, pero nunca había tirado nada, así que con un par de frascos de nivel 5 y uno de nivel 6 consiguió llenarla de nuevo.

Mientras, sus enemigos volvían a agolparse bajo el árbol, por lo que pensó en usar otra de las rocas.

–No, mejor no. No parece que pueda llevármela otra vez. Supongo que porque yo sola no puedo levantarla. Y no tengo muchas, mejor reservarlas para cuando me hagan falta. Además de que es más divertido hacerlo yo. Mmmm. Ahí está el martillo que he tirado antes, por suerte no lo ha chafado la roca. Debería recogerlo– pensó.

De repente, una pequeña Gjaki salió de ella y se dirigió hacia pesado martillo. La vampiresa se quedó mirándola atónita, y más aún cuando ésta cogió el martillo y lo llevó volando hasta ella. Fue ignorada por los nomuertos, y desapareciendo junto al martillo al llegar.

–¡Lo ha guardado en el inventario!– exclamó sorprendida –¿Qué era eso? ¿Cómo puedo hacerla salir?

Tal y como lo deseó, ésta apareció frente a ella, vistiendo su misma ropa de piel ajustada, con el mismo pelo plateado, pero del tamaño de la palma de su mano.

–¡Increíble!

Regreso a Jorgaldur Tomo III: guerrera de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora