La Chica Potter ~George Weasley

Tercera prueba

Capítulo 20

Narrador omnisciente:

La última prueba estaba a punto de comenzar. Todos estaban en un gran estadio esperando a que los ganadores y ganadoras se metieran en ese gran laberinto que veían mientras la banda de Hogwarts tocaba una canción que te hacía querer bailar.

Remus, Molly, Bill y Dara estaban ahí, apoyando desde las gradas. Los padres de Cedric también estaban, se veían muy felices y orgullosos de su hijo.

Los campeones y campeonas caminaron al centro del estadio, quedando frente al laberinto y a la vista de todos. La banda de Hogwarts seguía tocando mientras las alumnas de Beauxbatons hacían una especie de baile.

La azabache vio a Hermione Ron, Lee, los gemelos Weasley, y para su sorpresa, Krystell Mureau y sus amigos la estaban apoyando a ella y a su hermano desde las gradas. Eso la hizo sacar una sonrisa, aunque tenía un mal presentimiento.

─Hoy en la mañana, el profesor Moody colocó la copa de los tres magos en el laberinto ─dijo Dumbledor─. Solo él conoce su exacta posición. Ya que el señor Diggory... ─Muchos alumnos gritaron y aplaudieron─. Y los jóvenes Potter... ─otros alumnos gritaron y aplaudieron─. Están en primera posición, serán los primeros en empezar, seguidos por el señor Krum ─los chicos de Durmstrang gritaron─. Y la señorita Delacour ─las chicas de Beauxbatons aplaudieron─. El primero que toque la copa será el ganador.

La banda de Hogwarts sonaba, todos reían y aplaudían, estaban emocionados por la tercera prueba y no dudaban en apoyar a el cuál era el mejor campeón o campeona.

─Los profesores rondarán el perimetro. Si un campeón desea retirarse antes de terminar, solo tiene que lanzar chispas rojas con su varita.

Dumbledore les pidió que se acercaran y con algo de miedo, los mellizos y todos los demás lo hicieron.

─En el laberinto, no habrá dragones ni criaturas marinas, ahí enfrentarán algo mucho más desafiante.las personas ahí dentro se transforman. Si pueden, busquen la copa, pero sean cautelosos o podrían perder la razón en el trayecto.

Los mellizos se miraron preocupados, eso no acabaría bien. Cada quién fue a una parte del laberinto que se abrió y estaba lista para dejarlos pasar. Para sorpresa de algunos, los mellizos Potter habían sido separados y entrarían por una parte diferente al laberinto.

─Campeones, prepárense ─dijo el director de Hogwarts.

Los alumnos volvieron a gritar y aplaudir. La azabache buscó la mirada de su padrino para tranquilizarse, él le sonrió y ella le devolvió la sonrisa.

─Te quiero ─le dijo mentalmente a su padrino.

Si algo le pasaba, Remus sabría que ella lo quería y que era un buen padrino y sobre todo una buena persona sin importar su condición.

Miró como el padre de Cedric lo abrazaba y sintió un hueco en el estómago. Los mellizos vieron a Cedric y asintieron en señal de que estaban bien y le deseaban suerte, él hizo lo mismo.

El cañón sonó y algo asustados, los mellizos y Cedric entraron al laberinto. La azabache miró para atrás en cuanto entró y vio a McGonagall sonreírle para luego ver el laberinto cerrándose tras ella.

Comenzó a caminar, seguía el camino derecho que estaba frente a ella hasta que sintió una corazonada, debía tomar el camino de la izquierda y así lo hizo. Siguió siguiendo corazonadas, dándo vueltas hacia donde ella creía que estaba bien por un buen rato. Quizá habían pasado veinte minutos, tal vez treinta, o diez, no lo sabía, sólo sabía que se le había perdido la noción del tiempo.