La Chica Potter ~George Weasley

Infiltrados

Capítulo 6

Aviso: en este capítulo se ofende a una mujer llamandola puta.

El plan estaba hecho. Se infiltrarian en el Ministerio tomando poción multijugos (excepto ___________) y le robarían el guardapelo a Umbridge antes de que se diera cuenta. Luego regresarían a Grimmauld Place y estarían a salvo. No había punto medio, eso debía pasar.

Se despidieron de los chicos (y de Kreacher) y fueron a la calle por donde las personas en las que se convertirían pasaban diariamente, pues los habían estado vigilando.

Cuando ya atraparon a todos, Harry, Ron y Hermione tomaron la poción mientras ___________ solo cambiaba sus facciones y estatura.

─Buenos días, Albert ─le dijo a su hermano, el cuál ahora se veía igual que Albert Runcorn.

Saludó también a sus amigos Reginald Cattermole (Ron) y Mafalda Hopkirk (Hermione).

Mientras iban de camino a la entrada al Ministerio solo podía pensar en Paula Bernard, una chica francesa y nueva en el Ministerio, a la que le había robado la identidad. Esta chica era un poco más alta que ella, rubia con ojos oscuros y una muy buena figura, además de ser la asistente personal de Thicknesse. ¿Cómo consiguió este puesto tan alto si es nueva? Pues tiene un gran historial en Beauxbatons, su familia tiene muy buena reputación y es muy atractiva. Ningún hombre se resistiría a sus encantos de veela y Paula sabía como utilizarlos para conseguir lo que quería.

Llegaron a unos baños y se separaron. Hermione y ____________  fueron a los de mujeres e hicieron una gran fila antes de poder entrar a un cubículo. Ya adentro, metieron sus pies en la taza y le bajaron. Lo último que escuchó fue a su amiga murmurar <<que antihigiénico>> y le daba la razón.

En un abrir y cerrar de ojos ya había llegado al ministerio. Miró a Hermione y caminaron juntas bajo la atenta mirada de algunos.

─¿Qué pasa? ─preguntó Hermione.

─Oh, demonios. Nos odiamos, Mione.

─Mierda.

Le hizo una mala cara a Mafalda y continuó su camino hasta el ascensor.

─¿También ocupas subir? ─preguntó arrogante.

─Así es.

─Vaya suerte la mía ─murmuró.

Harry y Ron se les unieron antes de que el ascensor cerrara y mientras ellas reían mentalmente, pues el asunto de fingir odiarse les estaba resultando muy gracioso.

En la primera planta Yaxley le dijo a Reginald que arreglara la lluvia de su oficina o su esposa, quién estaba en un juicio por ser nacida de muggles, pagaría las consecuencias. Lo que hizo que tuviera que irse rapidamente.

─Si no vemos a Umbridge antes de el medio día nos vemos en la entrada y regresamos otro día ─dijo Harry.

Pero antes de que pudieran seguir conversando mentalmente, Umbridge apareció y se subió al ascensor.

─¿No bajarás, Albert?

Harry salió.

─Tú también deberías bajar, Paula. Thickensse te espera en su oficina.

─Claro, gracias.

Umbridge le dio una pequeña sonrisa muy hipócrita y ella salió de el ascensor. Intentó encontrar la vocesilla mental de el nuevo ministro de magia y cuando lo hizo la siguió. Se dio cuenta inmediatamente que éste no tenía la maldición imperius sobre él, tal vez no lo necesitaban por el momento.