La Chica Potter ~George Weasley

El señor Weasley

Capítulo 11

Estaba soñando con aquel pasillo otra vez, ella veía todo desde arriba, como si fuera una espectadora de todo lo que sucedía. Miró una gran serpiente arrastrarse por el pasillo, sin embargo, le recordó demasiado a Harry. La serpiente logró entrar a la puerta de hasta el fondo, vio miles de bolas de cristal con un contenido azulado adentro pero antes de que se pudiera preguntar qué eran, una vocecilla en su mente contestó <<Profecías>>. Miró al señor Weasley caminar por la habitación mientras hacía un Lumos con su varita y se asustó al ver a la serpiente acercarse a él. Gritó fuertemente pidiendo ayuda cuando la gran serpiente comenzó a atacarlo, sin embargo, solo se quedó ahí mirando como lo mordía una y otra, y otra vez.

Abrió los ojos muy asustada, sentía todo su cuerpo húmedo por el sudor y vio a Hermione a su lado, quién la miraba con temor. No dijo nada, pero Hermione la entendió a ls perfección así que bajaron a al despacho de McGonagall, sorprendiéndose y preocupándose más cuando vieron que Harry y Ron hacían lo mismo que ellas mientras su hermano tenía su misma expresión y estaba igual de sudado.

Cuando despertaron a McGonagall ella los llevó de inmediato con Dumbledore y mandó a Hermione y a Ron por los Weasley que faltaban.

─¿En el sueño estaban parados junto a la serpiente o la veían desde arriba? ─preguntó el director.

─Yo lo vi todo desde arriba ─contestó __________ con voz temblorosa.

─No, era como si yo... ¿Profesor, quiere decirme lo que está pasando? ─preguntó Harry.

El profesor Dumbledore le habló a un hombre de un cuadro.

─Arthur estaba de guardia esta noche, que lo encuentren las personas adecuadas ─le indicó el anciano.

El hombre del cuadro, quién estaba sentado, se levantó rápidamente y desapareció después de pasar por el marco.

─Phineas, ve a tu retrato de Grimmauld Place, diles que Arthur Weasley está gravemente herido y que sus hijos llegarán ahí muy pronto por traslador.

El hombre de ese cuadro también desapareció.

─Lo encontraron, fue grave pero creen que sobrevivirá ─dijo el hombre del primer cuadro─. Lo bueno es que el Señor Tenebroso no obtuvo lo que buscaba.

─Que suerte ─dijo Dumbledore─. Tenemos que hacer ahora...

─¡Escúchenme! ─le gritó Harry al director, sorprendiendo a todos─. ¿Qué es lo que me pasa?

De repente, Snape entró al despacho del director con su cara amargada y su túnica negra.

─¿Quería verme, profesor?

─Severus, no podemos esperar, ni siquiera a mañana. de otra forma todos seremos vulnerables.

─¿La chica también? ─preguntó el profesor de pociones mirando a la azabache.

─No tengo idea de sus capacidades actuales y no hay tiempo para que te la lleves a hacerle una prueba a tu despacho.

─Será aquí entonces ─dijo Snape.

Sin dejarla pensar, la apuntó con su varita.

─¡Legeremens! ─gritó.

Protegió su mente lo más rápido que pudo aunque eso le causara dolor de cabeza por la forma tan rápida en que lo hizo.

─No lo necesita ─anunció el profesor.

Después de eso se llevó a Harry casi a rastras.

─¿Qué pasará ahora, Albus? ─preguntó McGonagall.