Capitulo 4: " Busqueda Incansable"

46 2 0
                                    

Segundo
Año 1980
Pasaron 7 años desde que Toni se fue. En ese tiempo nos escribimos casi seguido : no era fácil para mí extrañarlo tanto.  Su ausencia era muy notoria,lo necesitaba.
Un golpe en la puerta me saca de mis pensamientos. Doris,la mucama asoma la cabeza y sonrió.
- Disculpe ,señor Segundo. Me pidió su madre que le dijera que la señorita lo estuvo llamando para confirmar su visita está tarde. Dijo que compró unas cosas que quiere que vea.
- Si Doris. Decile que venga cuando quiera - ante mi respuesta sonríe y se retira ,de forma respetuosa como siempre.
Miro el reloj y suspiro. Será mejor que comience a alistarme si quiero llegar al hospital: mi viejo va a matarme. Dicen que la puntualidad es el mejor arma del médico.  Comiendo a buscar mis cosas para guardar en la valija cuando me detengo frente a la foto de Alejo y suspiro: hermano mío. Nos haces tanta falta a todos. Eras tan chiquito,no te merecías ir a esa guerra horrible. Jamás entendí porque papá se enfrascó en convencerte. Todavía recuerdo el llanto de dolor de mamá,suplicándote que no te dejará marchar. Debí haberte abrazado más fuerte la última vez que te ví.
Antes de ir al hospital,me doy un baño . Cuando estoy cambiándome , siento una mano que palmea mi hombro. En cuanto me doy vuelta,el está parado frente a mi: reconozco esos rizos donde sea . No podía ser posible.

Toni
HORAS ANTES
Después de 7 años en España había logrado convertirme en periodista. Mi afán por buscar la verdad y la justicia me llevaron a esta profesión. Lo primero que quería hacer era conseguir trabajo en algún diario o revista. Mi abuela Lucia había tenido mucho que ver en esta decisión. Ella era mi referente,mi modelo a seguir: deseaba algún día poder llegar  a ser la mitad de bueno que ella.
La vemos llegar al aeropuerto: su pañuelo blanco distintivo la representa a ella y a todas las demás abuelas en su lucha por saber dónde están sus hijos,hijas y nietos desaparecidos en la última dictadura militar: secuestrados en la calle o en medio de la noche en sus casas,sin dejar ningún rastro de su paradero. Pensar en donde pudiera estar mi madre, embarazada de mi hermana,me carcomía la mente día y noche.
- Por fin!- nos abraza fuertemente a ambos - Creía que no iban a llegar. Tuvieron problemas con el viaje?
- Todo fue muy tranquilo - le responde mi papá.
- El abuelo Bruno y la abuela Lucia nos recibieron re bien- le cuento. Y era cierto: me había hecho muy bien pasar el tiempo con ellos.
- Dónde está Javier?- pregunta mientras caminamos al auto.
- Se quedó en España - le digo.
- Allá está terminando sus estudios y la verdad no me da el corazón para obligarlo a abandonar todo eso- termina de explicar mi papá mientras deja las valijas .
- Por eso y por la cantidad de chicas que hay allá también - bromeo ganandome una sacudida de hombro sonriente por parte de Pedro,mi padre.
- Así que sos periodista - dice mi abuela con orgullo - El fruto nunca cae lejos del árbol .
Me limito a sonreír mientras subimos y mi papá arranca el auto. Por fin tengo la certeza de que sabremos que ocurrió. Allá vamos,mamá.

" Segonio : amar en los 80"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora