Capitulo 37 : " Batalla por trincheras"

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Segundo
Por suerte logré convencerlo de salir un poco de su casa. Lo necesita: Luisa y Julia me dijeron que se la pasa en el dormitorio de Pedro mirando sus fotos. Eso no le hace bien y me angustiaba saber que no había mucho que pudiera hacer para ayudarlo.
Camina pesadamente,casi sin hablar. Yo respeto ese silencio pero me dedico a mirarlo de reojo: siempre fue lindo pero el paso del tiempo le sentó muy bien. Lo miro y sigo reconociendo en él al mismo nene con quien jugaba a las escondidas en la oficina de mi papá: la misma piel,el mismo pelo,los mismos ojos. Solo una cosa hace falta: la sonrisa. La extrañaba tanto y haría lo que fuera para que volviera.
- Se que me dijiste mil veces que no,pero hay algo que pueda hacer para ayudarte?- le digo logrando que me mire después de un par de horas.
- Puedes revivir a mi padre y encontrar vivas a mi madre y a mi hermana?- me pregunta en tono sarcástico,logrando sacarme una pequeña sonrisa.
- Por más que quisiera,no puedo- le digo a duras penas.
- Entonces no- vuelve a mirar al frente - Segundo,no te ofendas pero creo que prefiero seguir caminando un poco solo. Lo lamento si no soy buena compañía el día de hoy.
Se frena y me mira. Me duele ver sus ojos apagados ,sin ese brillo particular que siempre tiene. En algún punto,tengo miedo de que no regrese jamás,que esa parte de Toni que tanto amo muera junto a Pedro. No puedo permitirlo.
- Estás seguro que no querés que te acompañe a tu casa?. Nos quedamos en silencio si querés - intento y el me sonríe tristemente.
- Te agradezco de verdad tu apoyo- coloca su mano en mi hombro haciendo erizar mi piel por debajo de la camisa - Pero necesito estar un poco solo. No te lo tomes a mal.
- Toni,yo te prometo que vamos a averiguar que fue lo que pasó - agarro su mano - Esto no va a quedar así. Tu familia va a tener justicia.
- La justicia es un cuento , Segundo- me dice tristemente - No existe: ni aquí en Argentina ni en ninguna parte del mundo.
- Por que decís eso?- me duele escucharlo tan rendido. Me acerco más a él y coloco mi mano en su rostro, viendo cómo se sorprende ante mi tacto- Toni, por favor no te rindas. Justo vos no.
Antes de que pueda contestar,veo a Marcos mirando todo desde la vereda de enfrente. Toni reconoce mi mirada y se gira para verlo. Que hacía acá?.
Noto que se acerca caminando hacia nosotros para pararse frente a Toni.
- Hola - nos saluda - Justo te estaba yendo a buscar a tu casa. Podemos hablar?.
Por qué me late así la vena de la frente?. Toni casi no reacciona y el ambiente se tensa un poco. Fuerzo una sonrisa, deseando que Marcos no hubiera interrumpido.

" Segonio : amar en los 80"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora