Capitulo 104: " Entre divanes"

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Antonio
Remuevo los ojos mientras siento un cosquilleo bajo mi nariz y veo a una persona vestida de blanco sentada frente a mi. Ya morí?.
En ese momento,escucho una voz familiar:
- Doctor,el paciente ya está despertando - ah,es una enfermera.
- Por favor,encarguese de...- sus voces parecen más lejanas.
No oigo nada de lo que dicen pero alcanzo a ver en una mesa un encendedor ,que seguro se habrá olvidado una visita aquí: habrá sido Ana?. Ella lo lleva a todos lados.En ese momento,como un auto-reflejo,estiro la mano y lo guardo bajo mi almohada antes de que Pablo entre de nuevo a la habitación.
- Hola- su voz suave me saluda- Como estás , Toni?.
- Que paso?- la angustia me invade al no reconocer la habitación: quiero volver a casa- Dónde están los demás?.
- Tu abuela está arreglando unos papeles en administración, tranquilo - me dice sonriente - Ya te vas a tu casa.
Suspiro aliviado. Últimamente los hospitales se están convirtiendo en mi segundo hogar y aquí tengo más posibilidades de encontrarme con el así que me incorporo en la cama.
- Aunque- Interrumpe mis pensamientos - Creo que sería conveniente que siguieras la terapia. Pienso que podría hacerte muy bien. Te ayudaría a poner en palabras toda la angustia que estás sintiendo .
Trago saliva: oh,no . Por favor no. Todo menos eso. No le he dicho nada a mi familia y menos voy a divulgar mis sentimientos con un completo desconocido.
- No creo que sea necesario - le miento simulando tranquilidad - Estoy bien. Es solo el estrés laboral. El diario me tiene muy atareado últimamente.
Noto que el se ríe suavemente. Maldición:no me cree.
- Toni,se que la terapia puede sonar incomoda pero te aseguro que ha ayudado a mucha gente- me dice y suspiro.
- Tengo cara de ser una persona que necesita ayuda?- le digo con más brusquedad de la que pretendía y el me sonríe levemente - Lo lamento.
- Si no necesitas ayuda,por qué estabas en el grupo la semana pasada?- cierro los ojos al oirlo: maldita sea. Había olvidado ese insignificante detalle y que mi familia aún no sabe que fui .
- Ya te lo dije- contesto a la defensiva - Me había equivocado de habitación y no estaba averiguando para mí.
Lo veo sonreír: es obvio que sigue sin creerme. Además de psicólogo,era adivino ?.
- Te propongo algo- me dice con su parsimoniosa voz- 10 sesiones,tu y yo. Si no te sientes cómodo o no ves alguna mejoría,te prometo que olvidaremos este tema y no me verás nunca mas. De verdad,pienso que puede ayudarte.
Suspiro mirando la ventana: a cuántos metros de altura estaré?. Será muy escandaloso caer desde aquí?. Miro de reojo a Pablo que sigue esperando una respuesta con absoluta tranquilidad.
- De acuerdo - suspiro - solo diez sesiones. Ni más ni menos. Y todo lo que te cuente,ni una sola palabra. A nadie.
El sonríe al oirme.

" Segonio : amar en los 80"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora