Antonio
La lluvia golpea la ventana del auto con fuerza . Casi no sabía cuántas horas había manejado. Otro trueno resuena y me sobresalto : no sé si hice bien en venir sin avisar a nadie ,ni escaparme de esta manera,pero necesitaba pensar a solas. Por qué me sentía abrumado con Marcos en la casa?. Se supone que lo amo.En ese momento, solo pensaba en huir . La angustia me invadía el pecho: una parte de mi sentía que debía estar con Marcos,pero la otra solo quería a Segundo. Mi cabeza estaba hecha un lío.
Siento el barro que atasca las ruedas y no arranca,así que me bajo a revisar. Jamás entendí nada de motores.Es inútil: estoy a un par de metros así que no me queda otra que caminar,pese a la tormenta. Estoy llegando cuando veo luces prendidas en la casa de tía Julia. El terror me invade: habían entrado a robar?. Me apresuró a llegar y miro por la ventana: alguien estaba sentado en el sillón. El corazón se me paraliza.Descartó llamar a la policía: el teléfono estaba lejos y tardarían horas en llegar con la tormenta. No tenía opción,así que doy un portazo y abro abruptamente,mojando todo. Para mí sorpresa ,me encuentro con la figura de Segundo girándose para verme,frente a la estufa.
- Hola. Estás acá - el alivio se siente en su voz.Cómo carajos había entrado?
- Tú...esto no...- no entendía nada.
Antes de que pudiera reaccionar,se lanza a mis brazos. Podría jurar que escuche un sollozo en mi hombro: estaba asustado?. No sabía.
- Dios,estás bien - en ese momento,el recuerdo de mi mamá abrazándome esa noche me invade. Se separa para mirarme.
- Segundo,cómo entraste aquí?- no entendía nada. Quien le había avisado?
- Tu tía me dijo que no habías llegado a tu casa y me preocupe- agarra mi rostro con las manos- Pensé que te habían hecho cualquier cosa.
Seguía mirándolo sin entender: como demonios había entrado?. Por qué Julia le aviso?. Ahora lo comprendía: el y ella sabían que siempre vengo acá cuando me siento abrumado y necesito huir de todos. No me animaba a decirle que estaba huyendo de Marcos ...y de él. Segundo me observa empapado y me lleva al cuarto para cambiarme mientras agrega más leña a la chimenea. Al terminar de hacerlo, comienzo a sentirme débil y tocó mi frente: maldita lluvia. Solo me faltaba enfermarme.
- Toni,estás bien?- Segundo me observa desde el marco de la puerta y se acerca a mi preocupado. Su instinto de médico se activa.
- Si,lo estoy - miento mientras sonrio y toco mi frente,esperando que el no se de cuenta. Lo que falla porque frunce el ceño y se acerca más a mi,tanto que puedo oler su perfume. Antes de que pudiera apartarme,sus labios dejan un beso en ella,tomándome delicadamente de la cabeza: maldición.
- Toni,tenés fiebre - noto la preocupación en sus ojos y trago saliva. El calor en mi cuerpo sube al sentirlo cerca.
- No, estoy bien -digo tomando distancia.No sabía por qué lo estaba alejando,pero tenerlo cerca me desorientaba. Quería salir de aquella habitación.
- Veni,vamos a acostarte - me dice poniendo su mano en mi brazo. Inconscientemente lo aparte.
- Segundo,no hace falta. De verdad - necesitaba alejarme de él cuánto antes.
- Toni,por favor. No seas chiquilín- insiste agarrando mi mano firmemente - Vamos.
Maldije la lluvia y a mi mismo: nada bueno podía salir de esta situación.
ESTÁS LEYENDO
" Segonio : amar en los 80"
Historical FictionSegundo y Antonio son mejores amigos desde los 10 años. La vida los separa en medio del horror y se vuelven a encontrar 7 años más tarde. Pero ,siguen siendo los mismos?.