Amor sin Final (Femir)

3) La verdad de Feriha

Prohibida su copia total, parcial o adaptación (seamos respetuosas del trabajo ajeno).

Amor sin Final

Autora: Daiana Mibrani

La luz de la tarde comenzó a desaparecer lentamente para dar paso a las primeras estrellas de la noche.

En Etiler, el delicioso aroma a café recién hecho inundaba hasta el último rincón de la sala dándole un toque de vida a aquel hogar que durante años había estado vacío y desolado.

—Es una pena que no haya té, pero supongo que un poco de café estará bien —comentó Feriha mientras le servía una taza a Emir.

—Seguramente Gülfidan lo compró.

— ¿Una de azúcar? —preguntó la chica con la cuchara en la mano.

—Veo que no lo olvidaste. —El joven con una pequeña sonrisa.

— ¿Quién más podría tomar el café así de amargo?

La sonrisa de Emir se acentuó aun más.

—Es que tú lo tomas demasiado dulce —contraatacó obteniendo una graciosa mirada de reproche.

Luego de unos minutos, el silencio inundó la sala mientras ambos jóvenes disfrutaban de la infusión.

Para los ojos de cualquier desconocido la escena podría haber sugerido que ambos estaban perdidos en sus propios pensamientos, pero la realidad era muy diferente. Tanto Emir como Feriha estaban al pendiente del más mínimo movimiento o cambio en el otro.

Tras darle el último sorbo a su café, la muchacha exhaló un profundo suspiro captando la mirada de su ex esposo.

Había llegado el momento de contar su verdad.

—En esos últimos días tu madre vino a verme —comenzó a relatar con parsimonia mientras giraba la taza vacía entre sus manos—. Quería que te convenciera de aceptar la propuesta de quedarte con el Hills... Me contó todo lo que ella había vivido con tu padre cuando eran jóvenes y estaban en la misma situación en la que nosotros nos encontrábamos.

Emir se cruzó de brazos con incomodidad. Desconocía que su madre se había atrevido a ir a hablar con Feriha para decirle todas esas cosas.

—Luego, él vino a buscarte... Yavuz. Tú no estabas y entonces me contó la historia de Ece... Cómo la conoció, y el verdadero motivo por el cual ella te había dejado.