92) Ece al descubierto

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Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosos con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani



Seher esperaba impacientemente a Emir en el parque de Etiler. Llevaba más de treinta minutos sentada en la banca, cruzada de brazos.

¡Por qué no llega! —pensó preocupada mientras verificaba la hora en el teléfono.

Temía que Emir se arrepintiera y no fuera a verla. Él era su última oportunidad para obtener dinero fácil, por lo cual, si no llegaba, sabía que estaría en serios problemas.

— ¡Allí viene! —susurró aliviada al ver el auto.

Emir estacionó frente al edificio, bajó del vehículo e inmediatamente abrió la puerta trasera metiendo la mitad de su cuerpo dentro.

Seher no le quitaba los ojos de encima.

¿Qué hace? —se preguntó. Más la duda fue disipada cuando el muchacho salió del coche cargando un hermoso y adorable bebé.

La joven sonrió divertida y se levantó de la banca para ir al encuentro del recién llegado.

—Vaya sorpresa, ahora veo por qué tardaste tanto.

Emir prefirió callar. Claramente no había tenido otra opción más que llevar a Hakan con él. Feriha se había marchado con Hande quién sabe dónde y Gülfidan no trabajaba ese día en la casa.

— ¿Y cómo se llama este hermoso principito?

Seher tomó la manito del bebé y este la miró con ojos grandes y curiosos. Luego hizo un puchero y escondió su carita en el pecho de papá.

 Luego hizo un puchero y escondió su carita en el pecho de papá

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—Hakan. —Emir no pudo evitar sonreír al ver la reacción de su hijo.

—Mmm... Parece que el niño sacó el carácter de su madre, aunque físicamente es igual a ti. —Seher sonrió de lado—. Creo que Feriha tuvo mucha suerte... Nadie puede dudar que es tu hijo.

Emir frunció el ceño.

—No me hagas perder el tiempo y dime de una vez lo que quiero saber.

La mujer se cruzó de brazos y le regaló una mirada intrigante.

—Supongo que trajiste el dinero —habló recordando el mensaje que le había enviado luego de colgar el teléfono.

Seher había quedado tan alterada con la noticia de la familia Yılmaz que por poco había olvidado decirle a su cuñado cuánto tenía que pagarle por su información.

—Ten. —Emir sacó un sobre de su pantalón y se lo arrojó a la cara con desprecio. Jamás habría accedido a semejante chantaje si no fuera tan importante lo que necesitaba averiguar.

Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora