70) Seher al descubierto

934 72 19
                                    

Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani

Feriha llevaba sentada casi una hora en el parque de Etiler. Sus pequeñas manos descansaban sobre su abultado vientre y su mirada estaba perdida en la lejanía.

La conversación que había tenido el día anterior con su madre y el recuerdo de esa vieja promesa que había hecho con Emir, la habían dejado pensando profundamente.

Se sentía sola y angustiada, extrañaba a su marido más que nunca y se moría de ganas por verlo. En el fondo, Feriha quería darle una oportunidad a Emir, quería tener una excusa para perdonarlo y que todo volviera a ser como antes.

Pero su orgullo era demasiado grande.

Feriha suspiró angustiada sin darse cuenta de que su hermano estaba parado a su lado.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Mehmet, quien acababa de llegar a Etiler.

La muchacha lo miró de reojo y agachó la cabeza sin responder. Entonces, él tomó asiento en la banca y se quedó callado durante unos minutos.

Mehmet sabía perfectamente lo que le ocurría a su hermana.

—No lo he visto en estos días —dijo de repente—. Dicen que nunca sale de su habitación.

Feriha sintió una fuerte opresión en el pecho. Sabía perfectamente que Mehmet le estaba hablando de Emir.

—Feriha, ¿por qué no te dejas de tantas tonterías y vas a buscarlo? —aconsejó con cansancio—. No es que quiera meterme entre ustedes, pero creo que estás siendo injusta con Emir. Sabes que trabajo en el club y te aseguro que jamás lo he visto con nadie.

Feriha jugueteó con sus manos mirando el hermoso anillo de copo de nieve.

Entonces, Mehmet comenzó a exasperarse ante el silencio de su hermana. Él nunca había sido bueno para dar consejos y menos cuando se trataba de situaciones sentimentales, aun así, estaba tratando de dar lo mejor de sí para ayudar a su melliza. ¡Pero Feriha simplemente no colaboraba!

—Estaba... pensando en ir a buscarlo —dijo la jovencita con inseguridad.

— ¿Y qué esperas para hacerlo?

—No sé si debería —susurró bajando la cabeza. Era muy orgullosa para dar el brazo a torcer tan fácilmente, pero su corazón le pedía a gritos que lo hiciera y le diera una oportunidad a Emir para explicarse.

Mehmet miró hacia el cielo soltando un pequeño suspiro, y luego de unos segundos se levantó de la banca ofreciéndole su mano a Feriha.

—Anda, vamos. Tienes que ir a buscarlo —habló en tono conciliador—. Piensa que lo harás por tu hijo.

Mehmet entendía a la perfección los sentimientos de su hermana porque él también era terco y orgulloso. Fue por ello que había mencionado a su sobrino a sabiendas que de esa manera a Feriha le resultaría más fácil hablar con Emir.

La muchacha lo pensó por una milésima de segundo, y al sentir que su pequeño le pateaba desde dentro como si estuviera dándole una señal, tomó la mano de su hermano y se levantó con un poco de dificultad.

Ambos caminaron hacia el edificio lentamente. Feriha, sintiendo un pequeño alivio en el corazón al saber que aquella decisión era la correcta.

Por primera vez el amor estaba a punto de vencer al orgullo.

Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora