Amor sin Final (Femir)

119) Sentencia final

Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani

Ece entró al tribunal acompañada de su abogado y un policía que la custodiaba.

En el enorme salón, el juez, los testigos y el abogado demandante se encontraban en sus respectivos lugares listos para comenzar con la última sesión del juicio.

Emir y Feriha estaban sentados al final de la sala como espectadores, ninguno de los dos había querido tener una participación activa en el juicio, por lo cual, habían decidido dejar todo en manos de su abogado.

Ece tomó asiento no sin antes dedicarle una mirada de desprecio a la pareja, era la primera vez que les veía las caras luego de meses.

—Muy bien, vamos a dar inicio a esta última sesión —habló el juez con firmeza.

La rubia apretó los ojos y bajó la mirada hacia el piso, sabía que su situación no era buena, su abogado se lo había dicho minutos atrás.

—Tranquilícese, señorita Şahin —dijo el señor Çekmez.

— ¿Cómo me pide que me tranquilice si están a punto de condenarme a quien sabe cuántos años? —respondió en tono mordaz—. Si no fuera tan inútil al menos habría logrado conseguirme una fianza. ¡Pero ni eso pudo hacer!

— ¡Silencio! —espetó el juez.

Ece resopló molesta y se quedó callada intentando controlar los temblequeos de sus piernas.

—Que pase a declarar la señorita Berfin Kara —pidió el abogado demandante.

La acusada abrió los ojos en shock al escuchar el nombre de su amiga. ¡No era posible que después de haberla traicionado se atreviera a declarar en su contra!

Berfin subió al estrado, y jurando sobre el sagrado Corán, prometió decir la verdad y nada más que la verdad.

El representante le hizo unas cuantas preguntas y la pelinegra prosiguió a contar todo lo que había ocurrido desde que supo que Ece quería vengarse del matrimonio Sarrafoğlu.

— ¡Eres una maldita!

— ¡Señorita Şahin, siéntese por favor! —pidió el abogado de la defensa.

—Silencio en la sala o tendré que suspender la sesión —habló el juez.

Las personas allí presentes comenzaron a susurrar, y luego de un tiempo, se quedaron callados. Ece estaba muy alterada y no dejaba de mirar a Berfin con ganas de asesinarla.

—Amor, ¿quieres que salgamos a tomar un poco de aire? —preguntó Emir mirando a su esposa.

Ella negó con la cabeza.

—Estoy bien, no te preocupes.

El juicio continuó durante una hora. La fiscalía volvió a repasar la evidencia en contra de la acusada, y luego de analizar el testimonio de Berfin, se dio inició al veredicto final.

El juez tomó unos papeles dispuesto a leer la sentencia.

Dentro del auditorio el silencio era tal que hasta podría haberse escuchado la caída de un alfiler.

—La acusada, Ece Şahin, habiendo determinado que secuestró a Hakan Sarrafoğlu, hijo de Emir y Feriha Sarrafoğlu, con tentativa de homicidio, es sentenciada a catorce años de prisión de acuerdo a la ley criminal turca, artículo 215. Adicionalmente y debido a que la acusada fue encontrada culpable de delito de narcotráfico y consumo de estupefacientes, es sentenciada a siete años de prisión de acuerdo a la ley criminal turca, artículo 692. Dando un total de 21 años de prisión, sin posibilidad de libertad condicional.