Esta historia es un fanfic de la novela turca El Secreto de Feriha.
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¿Qué ocurrió en los diez días previos a la boda de Emir y Feriha? ¿Cómo fue que realmente...
Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosos con el trabajo ajeno)
AMOR SIN FINAL
Autora: Daiana Mibrani
Advertencia:Escenas 🔥
Ece estaba recostada en el sillón tomando un café y viendo la televisión, o al menos eso era lo que parecía, porque en el fondo su mente se encontraba en un lugar muy lejano intentando hallar una solución para todos sus problemas.
—Ni siquiera voy a preguntarte qué es lo que te pasa —dijo Berfín entrando a la sala. Su amiga llevaba el ceño fruncido en señal de que no estaba de ánimos—. Quedé en ir a almorzar con los chicos del trabajo. Nos vemos luego.
La muchacha se marchó y Ece la ignoró por completo, estaba tan enojada que ni siquiera la había escuchado. Seher acababa de avisarle que en la noche habría una fiesta en el Nigth en donde aparentemente Emir y la idiota de Feriha darían a conocer la noticia del maldito embarazo.
—Como me gustaría hacer algo para arruinarles la noche, ¿pero qué? —pensó de manera calculadora—. No puedo aparecerme ante ellos o sospecharan de mi. ¡Maldición!
En esos momentos, el celular de Ece empezó a sonar, y al ver el remitente de la llamada, ella no pudo evitar sonreír.
Quizás la solución a sus problemas acababa de llegar.
— ¡Güneş! ¿Cómo estás? —saludó con falsa alegría.
—Ece, disculpa que te llame tan de repente, pero necesitaba hablar contigo.
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—No hay problema ¿Quieres que nos reunamos en una cafetería? —propuso con interés.
—No es necesario, de cualquier forma no tengo mucho tiempo. —Güneş cerró la puerta de su habitación para asegurarse que nadie escuchara lo que iba a decir—. Solo quería hacerte una pregunta.
—Te escucho —dijo curiosa.
—Verás, desde hace unos días he estado pensando en buscar a Emir —confesó bajando la voz. Sabía a la perfección que en su casa las paredes tenían odios—. Quiero disculparme por lo que pasó la ultima vez, y... no lo sé, acercarme un poco... e-es decir, recuerdas lo que hablamos, ¿verdad? —comentó algo nerviosa.
Ece sonrió de lado. ¡Era su día de suerte!, Güneş no podría haberla llamado en un mejor momento.
—Entiendo, no te preocupes. ¿Pero no sé cuál es el problema?, ya sabes que yo misma te sugerí que te acercaras a Emir.
—Es que quería pedirte un consejo. Tú siempre fuiste su amiga y lo conoces muy bien. No quiero que él piense mal de mí.
—Emir nunca pensaría mal de ti, no te preocupes —mintió dándole esperanzas—. ¡Es más!, sé que hoy habrá una fiesta en su club. Recuerdas que te hablé del Nigth, ¿verdad?... Si vas a buscarlo, podrás hablar con él allí.
