Esta historia es un fanfic de la novela turca El Secreto de Feriha.
...
¿Qué ocurrió en los diez días previos a la boda de Emir y Feriha? ¿Cómo fue que realmente...
Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosos con el trabajo ajeno).
AMOR SIN FINAL
Autora: Daiana Mibrani
Envuelta en un tumulto de vertiginosas emociones, Feriha llegó a su casa y le entregó al taxista un billete que fácilmente duplicaría el costo del viaje.
—Tenga —dijo segundos antes de bajar del automóvil.
El hombre la miró sorprendido, y sin decir nada, se alejó del lugar.
Feriha entró a la casa e inmediatamente se derrumbó dejándose caer al piso con su hijo en brazos. Sabía que debía ser fuerte por Hakan, pero simplemente no podía controlarse. Había visto con sus propios ojos a Emir besándose con otra mujer y su corazón se había hecho trizas.
Estaba tan confundida y alterada que no podía pensar con claridad. Una pequeña parte de su mente le gritaba que su esposo era inocente y tenía que haber alguna explicación lógica para lo ocurrido, después de todo, ella misma había visto a Emir alejando a esa chica de un empujón.
Pero en esos momentos, el dolor y los celos le impedían pensar con claridad.
El llanto del bebé trajo a Feriha de vuelta a la realidad sacándola de sus ofuscados pensamientos. Hakan no había parado de llorar desde que habían salido del hotel.
—Ya mi amor, cálmate por favor —habló poniéndose de pie para mecer al niño.
La chica subió a su habitación para buscar el juguete que días atrás Hande le había regalado al bebé, y aquello pareció funcionar porque el pequeño se tranquilizó de inmediato.
Tras unos minutos de juegos, Hakan fue cerrando los ojos hasta quedar profundamente dormido. Feriha le colocó el chupete y lo depositó en la cuna arropándolo con cuidado. Minutos después, ella llevó las manos hasta su rostro limpiándose los restos de lágrimas secas, y sin saber qué hacer, soltó un suspiro sintiéndose frustrada.
Entonces, el sonido de las llaves en la puerta principal resonó por cada rincón de la casa.
Feriha comenzó a sentir una profunda ira inundando cada fibra de su cuerpo, y a sabiendas de que Emir no tardaría en buscarla, se armó de valor para ir a su encuentro y así evitar un escándalo que terminaría despertando a su hijo.
— ¡Feriha! —gritó Emir tan pronto puso un pie dentro de la casa.
El muchacho estaba desesperado y necesitaba hablar urgentemente con su mujer. Quería explicarle todo lo ocurrido para evitar malos entendidos.
— ¡Feriha! —volvió a llamar con angustia.
Cuando Emir iba a gritar por tercera vez, Feriha apareció al pie de las escaleras observándolo con una mirada glacial.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
