123) Dónde todo comenzó

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Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani


Emir estaba sentado en club leyendo el inventario del último mes. Estaba muy concentrado en su lectura mientras que Filiz se paseaba por debajo de las mesas jugando entre pequeñas risitas.

De repente, la niña hizo un movimiento brusco y terminó golpeándose en la cabeza. Indiscutiblemente empezó a llorar preocupando a su padre que se levantó rápidamente para ir en su auxilio.

—Princesa, ¿qué pasó?

La bebé lloraba refregándose los ojitos. Entonces, Emir la tomó en brazos y le limpió las lágrimas.

— ¿Te caíste?

La niña negó con la cabeza.

— ¿Te golpeaste? —preguntó intentando adivinar lo que había ocurrido.

Filiz señaló su cabecita entre llantos haciendo que Emir le acariciara la zona afectada con mucha ternura.

— ¿Cómo dice mamá?... ¡Ah sí!... Tres cariñitos, un besito y el dolor se va —canturreó con cara graciosa.

El chico hizo lo que sus palabras decían y la pequeña dejó de llorar. Tanto ella como Hakan estaban acostumbrados a escuchar esas palabras de Feriha cada vez que se lastimaban.

—Ahora ve a jugar, pero a donde pueda verte. —Emir dejó a Filiz en el suelo.

— ¡Ti!

Feriha había tenido que ir al hotel para atender unos asuntos, entonces, Emir había decidido acompañarla para aprovechar y terminar de revisar unos inventarios que le habían quedado pendientes del día anterior. Claro que él no había contado con que tendría que cuidar a su traviesa princesa.

—Al menos Hakan se fue con Feriha —susurró intentando concentrarse nuevamente en el trabajo.

Minutos después, una mujer alta y de cabello largo entró al club dejando escuchar el sonido de sus tacones.

—Lo siento, está cerrado —dijo Emir sin despegar los ojos de la lectura.

—Vaya vaya, Emir Sarrafoğlu... Me dijeron que trabajabas aquí, pero no quise creerlo.

Emir levantó los ojos, y al ver a la mujer, se quedó completamente sorprendido.

— ¿Sevde?... que sorpresa, hace mucho tiempo que no te veía.

La joven sonrió y se acercó a Emir contorneando las caderas. Él se puso de pie para saludarla.

—Un par de años, estuve en Milán todo este tiempo.

—Ya veo... siempre fue tu ciudad favorita —habló algo incómodo. Feriha podía llegar en cualquier momento y no era bueno que ella lo viera con una antigua aventura.

—Algo así —respondió acortando la distancia que los separaba—. Los años pasan pero tú te ves igual de guapo... Y cuéntame, ¿qué has hecho de tu vida? Me dijeron que estabas aquí pero no quise creerlo, tú no te despegabas del Hills.

—Las cosas cambian, ahora Nigth es mi marca —respondió con simpleza.

Sevde le regaló una sonrisa coqueta.

—Algunas cosas nunca cambian.

—Algunas cosas nunca cambian

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Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora