100) El restaurante

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Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosos con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani


Habían transcurrido dos meses desde el aniversario de bodas de nuestra querida pareja. En ese tiempo, Feriha había terminado de decorar su restaurante con la ayuda de Hande.

El establecimiento había quedado bellísimo y listo para ser inaugurado.

— ¡Hija, todo es tan hermoso! —exclamó Zehra mirando cada detalle del lugar—. ¡Aun no puedo creer que no me hayas contado nada de esto!

Aquel día, Feriha había llevado a su familia al restaurante para mostrarles la sorpresa en la que había estado trabajando durante tanto tiempo

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Aquel día, Feriha había llevado a su familia al restaurante para mostrarles la sorpresa en la que había estado trabajando durante tanto tiempo.

—Era una sorpresa, madre —dijo con una hermosa sonrisa.

—Es muy bello, hija, te felicito. Y a usted también joven —comentó Riza mirando a Emir.

El aludido levantó las manos desentendiéndose del asunto con una graciosa expresión en la cara.

—Nada de eso señor Riza, el mérito es de Feriha. Ella lo planeó todo.

—Pero ¿qué dices?, tú también me ayudaste mucho —recriminó—. Además, Hande también hizo lo suyo con la decoración... Sin ustedes dos, no habría podido.

Hatice, que también estaba presente, torció la boca al escuchar el nombre de la flamante esposa de Koray.

—Todo es muy lindo. ¡Mira que cocina tan bella! —Zehra estaba tan emocionada que no podía dejar de observar todo a su alrededor. ¡Se sentía muy feliz y orgullosa de su hija!

Hakan, que se encontraba en los brazos de su abuela, empezó a balbucear imitando una simpática risita. El bebé ya tenía cinco meses y estaba más inteligente y hermoso que nunca.

—A ti también te gusta, ¿verdad mi niño?

El pequeño estiró los bracitos intentando alcanzar unos cuchillos que estaban sobre la mesa.

—No, mi vida. Eso no se toca —habló Zehra haciendo una cara graciosa.

Feriha soltó un suspiro.

—Cada vez está más travieso, todo se lo quiere llevar a la boca.

—Tú eras igual cuando eras pequeña —dijo Riza mirando a su nieto.

Emir se acercó a su esposa y la aferró por los hombros.

—Seguro eras una bebé muy hermosa, cariño.

—La más bella de todas —corroboró Zehra.

—Ya basta o me harán sonrojar. —Feriha hizo una pausa—. Mejor sigamos viendo el restaurante.

Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora