56) Emir se va de viaje

1K 60 13
                                    

Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani

Un nuevo día había llegado.

En Etiler, la habitación de Emir y Feriha era un completo desastre. Una maleta abierta a medio llenar descansaba sobre la cama mientras que Feriha corría de un lado hacia el otro buscando todo tipo de artículos, que según ella, podrían llegar a serle de utilidad a su marido durante el viaje.

—Cariño, ya está bien —dijo Emir dando un suspiro—. Solo serán cinco días, no necesito tantas cosas.

La muchacha metió en la maleta un tercer suéter y una bufanda bien abrigada.

—Amor, hace mucho frío allá, no quiero que te enfermes —contestó revisando una lista que ella misma había preparado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Amor, hace mucho frío allá, no quiero que te enfermes —contestó revisando una lista que ella misma había preparado.

Emir sonrió resignado. No tenía idea de qué cosas había puesto Feriha en su equipaje, pero estaba seguro de que no había empacado nada de ropa ligera, así que esperaba tener suerte y que no le tocaran días calurosos.

—Faltan los medicamentos.

Feriha se dirigió al baño en busca del botiquín de primeros auxilios, y cuando regresó a la habitación, Emir la rodeó por detrás en un cálido abrazo.

—Cariño, es suficiente. No es necesario llevar todo eso.

— ¡Emir!, qué harás si te enfermas, ¿eh? —cuestionó con el ceño fruncido.

Él se encogió de hombros.

—Puedo ir a la farmacia.

Ella esbozó una mueca de disgusto y no dijo nada.

—Nuestro hijo tendrá la mamá más hermosa y sobreprotectora del mundo —susurró en tono divertido.

Feriha se recargó sobre el hombro de su amado y se abrazó a él con fuerza... No quería que se fuera.

—Te voy a echar mucho de menos —dijo con los ojos cristalinos. No deseaba ponerse a llorar, ¡no de nuevo!

Emir correspondió el abrazo.

—Yo también amor, pero verás que los días pasan rápido.

—Quiero que me llames apenas subas al avión, también apenas llegues y todas las noches antes de dormir.

— ¿No quieres que también te llame durante el vuelo? —se burló entre risas.

— ¡Emir!

—Lo sé, prometo que te llamaré cada dos horas, ¿está bien?

Feriha lo miró a los ojos haciendo un pequeño puchero.

—Si no lo haces tú lo haré yo.

Emir sonrió y luego de unos segundos ambos se fundieron en un casto y tierno beso que se prolongó durante varios minutos.

Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora