58) Una lección de humildad

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AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani



Feriha y su madre se encontraban sentadas sobre el sofá tejiendo ropita de bebé.

Emir aún seguía de viaje por lo cual Zehra no le quitaba los ojos de encima a su hermosa hija, prácticamente se pasaba todo el día en el departamento haciéndole compañía.

—Mira, madre. Creo que me quedó muy bien. —Feriha le enseñó un adorable zapatito de color celeste.

— ¡Mi niña, es hermoso! —halagó contenta—. ¡Aprendes tan rápido!, no como esas mujeres de hoy en día que no saben hacer nada y todo lo compran.

Feriha sonrió y siguió tejiendo la ropita de su hijo. Ella había descubierto que aquella actividad era una estupenda herramienta para quitar los nervios y el estrés.

—Cuando termines, empezaremos a tejer la manta que te dije. Pero vamos a necesitar dos agujas.

Zehra continuó hablando, pero Feriha parecía perdida en su propio mundo. No estaba prestando atención a nada de lo que su madre le decía.

— ¡Feriha!

La muchacha se sobresaltó ante el grito.

— ¿Eh? ¿Qué sucede, madre?

—Eso mismo quisiera saber. Estás muy distraída, no has escuchado ni una sola palabra de lo que te he dicho. ¿Qué te pasa, hija? Anda, sabes que puedes confiar en mí.

La chica se quedó callada. Llevaba dos días preocupada pensando en el mensaje que había recibido cuando Emir se marchó, y para su infortunio, Hande no había logrado averiguar nada puesto que el número no estaba registrado en ninguna compañía telefónica.

—No es nada, madre. No te preocupes —dijo para tranquilizarla.

—Mmm... seguramente estás así porque extrañas a tu marido.

Feriha sonrió.

—Es verdad, pero él me llama todo el tiempo... Se preocupa mucho por nosotros —comentó acariciándose el vientre.

—Lo imagino, es un buen muchacho. Además, estoy segura de que si no te llama él, tú lo haces.

Zehra soltó una risita y Feriha bajó la mirada concentrándose en su tejido.

—Eso no es cierto.

—Bien, bien, mejor olvídalo —dijo con gracia—

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—Bien, bien, mejor olvídalo —dijo con gracia—. Será mejor que baje a preparar el almuerzo para tu padre y tus hermanos. Estoy segura de que Seher no ha hecho absolutamente nada como siempre.

Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora