Amor sin Final (Femir)

17) Noche de Bodas

Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetusosos del trabajo ajeno)

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani.

Advertencia: Escenas subidas de tono 🔥

Horas más tarde, los recién casados se despedieron de los invitados para dirigirse a su departamento y cambiarse de ropa.

Feriha se había colocado un bonito vestido blanco que le llegaba arriba de las rodillas, mientras que Emir había elegido un pantalón negro con una camisa de color crema.

—Amor, ¿estás seguro de que no tenemos que llevar las maletas? —preguntó la chica por tercera vez.

Feriha no sabía a dónde iban a pasar la noche de bodas, Emir no había querido decirle nada argumentando que sería una sorpresa, pero lo cierto era que al día siguiente su vuelo a Nueva York salía al anochecer, por lo que, si su esposo pensaba ir muy lejos, era preferible ser precavidos y llevar su equipaje de antemano.

—No te preocupes, cariño. Mañana estaremos aquí a tiempo para recoger las maletas y despedirnos de tus padres —afirmó para tranquilizarla—. ¿Lista?

—Lista —dijo tomando su bolso.

Los novios salieron del edificio, y antes de subir al auto, saludaron desde lejos a los invitados que aun permanecían en el parque.

— ¿En serio no piensas decirme a dónde me llevarás? —preguntó Feriha con cierta insatisfacción.

—No —respondió sonriendo—. Aunque pronto te darás cuenta.

—Eso quiere decir que es un lugar que conocemos —especuló mirando hacia la carretera para intentar identificar el camino.

—Es posible.

Feriha frunció el ceño.

— ¡Emir!

—Intenta adivinar —comentó entre risas.

—Mmm... ¿La isla?

—No —contestó divertido.

La muchacha soltó un suspiro de disgusto, y luego de cinco minutos de silencio y al ver que una densa vegetación comenzaba a inundar el camino circundante, sonrió ilusionada.

— ¡La cabaña!

—Así es —afirmó alegre.

Feriha recordó los días que habían pasado en aquella pequeña casita. En esos tiempos, su relación secreta con Emir había quedado al descubierto y ambos habían tenido que huir dejándolo todo atrás.

La angustia que había sentido tras revelarse e imponerse a su familia por primera vez en su vida había sido muy grande, pero los recuerdos felices vividos junto al amor de su vida eran aun mayores.

Fue precisamente en esa cabaña, y bajo ese hermoso paisaje invernal, que Emir y ella se casaron por primera vez. Todo había sido tan maravilloso que atesoraba ese recuerdo en su corazón como uno de los más bellos de su vida.