30) Celos y peleas

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Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosos con el trabajo ajeno)

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani



Emir estaba sentado en la barra del club revisando atentamente unos presupuestos. No podía creerlo, pero los números de los últimos meses eran por demás satisfactorios.

—Te felicito Mehmet, realmente has hecho un trabajo muy bueno —agradeció sin salir del asombro. La verdad era que no esperaba tal desempeño siendo que su cuñado no tenía experiencia en el tema.

—Que bueno que todo esté bien —dijo con una ligera sonrisa.

El hermano de Feriha se había esforzado mucho durante esos meses, había pasado casi todo su tiempo en el club para que las cosas marcharan bien. Además, era la excusa perfecta para huir de su casa y no ver a Seher. Tenía que tomar una decisión respecto a su esposa y aun no estaba preparado para ello, la confusión de sus sentimientos era demasiado grande.

—Bien, puedes regresar a casa, te mereces un buen descanso —ofreció Emir.

—Pero aún es temprano.

—No te preocupes, yo me quedaré un rato más mientras espero a tu hermana, está con Cansu.

—Ya veo —dijo pensativo. Al parecer ese día le iba a tocar regresar temprano—. Entonces nos vemos luego, Emir. Salúdame a Feriha.

Mehmet se despidió de su cuñado y se marchó del club.

Cuando iba saliendo se topó con dos muchachos extranjeros que venían hablando entre risas, Mehmet siguió su camino sin prestar atención, en todos los años que llevaba trabajando en el Nigth ya se había acostumbrado a ver todo tipo de personas, incluso sujetos como esos que sin siquiera haber entrado al club ya parecían estar borrachos.

Austin y Tom se sentaron en la barra y pidieron un par de tragos, Emir, que estaba a unos metros de distancia ignoró su presencia, pero los turistas eran tan escandalosos que era difícil no reparar en ellos.

—Te digo que las mujeres turcas no son tan fáciles, tienen otra cultura —espetó el joven de cabello negro mirando a su extrovertido amigo.

—Pues a mí no hay mujer que se me resista, por más que se hagan las difíciles tarde o temprano terminan cayendo.

—Veo que te tienes mucha confianza —comentó Tom bebiendo de su vaso de vodka.

—Por supuesto —aceptó haciendo tintinear los hielos de su copa—. Oye... y esa chica de recién, Feriha, me dijiste que eran compañeros de trabajo, ¿verdad? ¿No vas a decirme que no te la llevaste a la cama?

Tan pronto como Austin mencionó el nombre de la chica, Emir volteó su rostro para observar a los jóvenes atentamente.

¿Qué posibilidad había de que esa Feriha de la que estaban hablando fuera su esposa?

—Pues me gustaría decirte que sí, pero la verdad es que nunca pasó nada. Mujer más difícil que esa no he visto en mi vida —respondió resignado—. La conozco hace más de dos años. Al principio pensé que tenía una relación con mi jefe, pero luego supe que no era así e intenté acercarme a ella... Ni siquiera recuerdo la cantidad de veces que me rechazó.

—Hermano, eres un perdedor —se burló entre risas.

— ¡Por eso te digo que las mujeres turcas son difíciles! —se quejó frustrado—. Te juro que si en aquel entonces no hubiera sabido que Feriha acababa de divorciarse, habría pensado que le gustaban las mujeres. ¡Jamás la vi salir con un hombre!

Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora